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Capítulo 20.

Jake
-...mueve el culo, vago de mierda-escuché una voz y me tapé entero con la sábana hasta la cabeza gimiendo-Jake, vamos.
-Déjame...
-Hay chocolate caliente para desayunar...-me destapé al oír la palabra "chocolate" incorporándome en la cama y observé a la propietaria de esa voz-Nah, mentira, te he engañado, no hay chocolate.
-April, ¿qué haces aquí?-fruncí el ceño confuso por la presencia de la chica en mi casa. En mi cuarto.
-He venido a visitarte, Ronald me ha dejado entrar.
-¿Y se puede saber porque?-pregunté molesto por haber interrumpido mi sueño.
-Porque desde que llegó la guarra estás como un zombie.
-Solo han pasado dos días..¡Y no es ninguna guarra!-repliqué-Se llama Claudia..
-Claudia me come el chocho, ¡Levántate!-me animó subiéndose a la cama de rodillas-Saltémonos las clases, vamos a hacer algo divertido.
-Yo entro a las doce-miré el reloj molesto. Y son las nueve, déjame dormir...

Ni siquiera sabía que pintaba ella a estas horas en mi cuarto. Me volví a tumbar cerrando los ojos para retomar mi sueño. Aunque April tenía razón, desde que Claudia había llegado a Londres yo no era persona. No lo había superado, aun no me había deshecho de todos los recuerdos, sobretodo de los amargos. Pero lo que más me dolió fue la noticia que traía.

Claudia se iba a casar.

Y quería que yo fuese el padrino de su boda.

¿Quien en su sano juicio le pide a alguien que no ve desde hace dos años que sea el padrino de su boda? Y, de todas formas, ¿eso no era algo que tenía que elegir el novio? ¿No se suponía que la novia elegía las damas de honor, y el novio los padrinos? ¿Y porque me lo había pedido a mi? ¿Es que quería verme sufrir? ¿Sabía que su presencia aun me afectaba? Puede que en un momento de nuestras vidas hubiésemos sido mejores amigos, pero eso acabó hace mucho tiempo.

Acabó cuando rompió mi corazón en mil pedazos.

No me gustaba hablar de eso, me hacía parecer débil, pero cuando Claudia desapareció de mi vista, April presenció mi bajón. Igual estaba exagerando, igual no era para tanto, ya había pasado mucho tiempo. Debería haberlo superado. Pero no lo había hecho, algo no había dejado que la herida cicatrizase. No le conté nada del porque de mi reacción con Claudia, pero April había estado ahí en todo momento, se había preocupado por mi, y eso me hizo sentir bien. Aunque en mi opinión, había sido pasarse eso de decirle a Claudia de que ella era mi novia, pero lo agradecía porque así no parecería tan patético frente a Claudia. Esta, por su parte, en los pocos minutos en los que habíamos hablado se había comportado muy fría con April. Eso no me había gustado.

-Vamos, Jake, levántate de una vez-me zarandeó varias veces hasta que desistí.
-Está bien...-ella se bajó de la cama para dejarme sitio, me destapé y bajé de la cama. Vi como la cara de April se ponía roja como un tomate con los ojos como platos-¿Que te pasa?
-Jake...estás-miró unos segundos por debajo de mi cintura y apartó la mirada-Estás desnudo.

Miré donde segundos antes había mirado ella para comprobar la verdad de sus palabras. Con una media sonrisa devolví la mirada a sus ojos que me contemplaban llenos de vergüenza.

-No me avergüenzo de mi cuerpo-con una sonrisa perezosa me acerqué a ella-Ni que nunca hubieses visto un pene.
-¡Oh, por dios Jake, tápate!-se alejó de mi dándome la espalda escandalizada y yo divertido cogí unos calzoncillos para vestir a mi amigo-¿Ya?
-Ya..
-¿Seguro?

Reí.

-Seguro.

Se volvió lentamente hacia mi y suspiró aliviada al verme con la ropa interior puesta. Sonreí satisfecho al verla mirarme de arriba a bajo repasando cada milímetro de mi cuerpo.

-No m mires tanto que me desgasto-me burlé.
-¡No te estoy mirando!-sus mejillas se volvieron a tornar rosadas y un agradable calor se extendió en mi pecho al contemplarla.

April me hacía olvidar las cosas malas.

April
Madre del amor hermoso, la madre que le parió...Jake estaba bien dotado, muy bien dotado. ¿Su hermano la tendría igual? Si era así ya entendía el porqué Cassie se pasaba horas encerrada en su habitación con Ronald..todo cobraba sentido ahora.
Jake se paseó tranquilo por la cocina con solo ese trozo de tela blanca ajustada haciendo notar, tal vez demasiado, su prominente paquete. Aun tenía la imagen en mi cabeza y mi mente imaginaba cosas que no debería imaginar.

-¿Quieres que te la meta?-abrí los ojos como platos ante sus palabras y le miré escandalizada.
-¡¿Que?!-pregunté tragando saliva y el agitó el cartón de leche en mi cara.
-Que si quieres que te meta la leche en el microondas-suspiré a la vez que el me miraba con el ceño fruncido.
-Eh...No, gracias..me gusta fría...

No se que me pasaba esa mañana pero mi mente me estaba jugando malas pasadas. Jake se dio la vuelta e incliné la cabeza para no perder detalle de cada uno de sus movimientos. Mientras servía la leche los músculos de su espalda se contraían dándome ganas de tocarlo. Su espalda era ancha y se iba estrechando a medida que se acercaba la cintura. No estaba excesivamente fuerte, pero eras consciente de cada uno de sus músculos contraerse. Y su torso...daban ganas de deslizarte desnuda por él mientras...¡¿April que estás pensando?! Agité la cabeza para eliminar esos pensamientos de mi mente y me limité pensar en los últimos dos días.
Había estado muy preocupada por Jake. Igual no era mi persona favorita del mundo-aunque nadie podía negar que me atraía sexualmente y mucho ¡pero es que era muy guapo!-, pero me importaba y se me encogió el corazón al verle tan vulnerable. Cuando la tal Claudia hizo presencia se convirtió en un niño que gritaba por ayuda en silencio. Me dolía verle así, a pesar de que apenas le conocía.
Esa tipa era una zorra de campeonato, no tenía ni idea de lo que la había hecho a Jake, pero desde el primer momento que la vi me causó mala espina.
La manera en que miraba a Jake, como si fuese un juguete fácil de manipular me repugnaba, y la chica se aventajaba de mi altura para mirarme desde arriba para hacerme sentir inferior, pero eso no iba a ocurrir. Me había sentido bien al ver su cara cuando dije que Jake era mi novio. Esa tipa creía que Jake era de su propiedad, ¡y la muy puta se iba a casar! ¿Como podía mirar así a Jake si estaba con otro hombre? Era una manipuladora de primera, sentía lástima por el novio.
Lo que Claudia le había hecho a Jake se le había gravado a fuego en su mente y por ello la chica merecía un castigo, pero había algo más importante que me había propuesto a mi misma hacer.
Me había propuesto hacer olvidar a Jake.

-¿A dónde me vas a llevar, pequeña?-sonreí casi sin darme cuenta ante su apelativo mientras él ponía una taza en mis manos y se sentaba frente a mi.
-¿Te gusta jugar a Paintball?






1 comentarios:

  1. Madre mia pobre y afortunada April jajajajaja Un capitulo genial seguid asi
    Besoos :)

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