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Capitulo 13


Ronald
Llamé al timbre por segunda vez y comencé a mover la pierna hacia arriba y hacia abajo nervioso.
-Tío Ron, me parece que no están en casa.
Miré hacia abajo, dónde estaba mi pequeño sobrinito con sus lindos ojitos marrones.
-Sí que están Jonathan...ya verás como están.
Volví a llamar al timbre y me mordí el labio para no maldecir. Cuando, de nuevo, nadie respondió, comencé a aporrear la puerta. El pequeño reía detrás de mí y se tapaba la boca con sus pequeñas manos.
-¡Ya voy!-gritaron desde dentro.-¿¡Madre mía, pero qu....!?-Amy dejó de hablar al abrir la puerta y cruzó sus brazos sobre sus pechos, tirando de la pequeña toalla rosa que envolvía su cuerpo.-¿No sabes llamar como la gente normal?
-¡Estuve llamando como la gente normal! Solo que tu pareces no oír muy bien, deberían revisarte el oído.
Entrecerró sus ojos hacia mí y soltó un bufido. Luego, por primera vez, reparó en el pequeño angelito que había a mi lado y sus labios se curvaron hacia arriba.
-¿Y tú quien eres, pequeño?
-El sobrino del tío Ron. Él dijo que de seguro su novia cuidaría de mí, pero ella no le contesta.-Jonathan puso sus manos alrededor de su boca y le susurró en tono basatnte fuerte a Amy-Yo creo que en realidad él no tiene novia.
Rodé los ojos y la chica rió.
-Por muy extraño que parezca, tu tío si que tiene novia. Es mi mejor amiga.-La boca del niño cayó al suelo y ella se encogió de hombros.-¿Quieres pasar renacuajo?
-¿Por qué todos me ponéis motes?-preguntó haciendo un mohín y cruzando los brazos.
-Dejaros ya de bobadas.
Después de decir aquello, me deslicé al interior del apartamento, pasando por al lado de Amy. Su gel de ducha y champú hacían una linda y dulce combinación, alegrando mis sentidos. Era un aroma dulce, algo parecido a frutos tropicales.
Escuché la puerta cerrarse detrás de mí al mismo tiempo que también percibí un suspiro a mis espaldas.
-¿Y bien? ¿Dónde está Cassie?
-Salió con April de compras.
-¿Y por qué no me contesta?
Jonathan había tomado asiento en el cómodo sofá que había en el salón y tenía su cabecita apoyada en sus manos, mirándonos a los dos.
-Ah yo qué sé. Tal vez por fin se dio cuenta de qué necesita empezar a pasar de ti.
Fruncí el ceño. Hoy estaba borde. Muy borde.
-Oye, ¿a ti te pasa algo conmigo?
-Simplemente hoy es mi día anti-hombres.
Me dedicó una falsa sonrisa y salió del salón.
-¿En serio que no es ella tu novia?
Fulminé al pequeño con la mirada.
-No te muevas de aquí, pelusilla. Enseguida vuelvo.
Le dejé la tele encendida y salí al pasillo.

Amy
Dejé caer la suave toalla de color rosa al suelo y me puse unas braguitas rojas. Desenredé la otra toalla de mi pelo y lo dejé caer, húmedo, sobre mi espalda. Frías gotas comenzaron a salpicar mi espalda.
-Oye, en serio...
Casi grité a la vez que tapé mis pechos con mis manos y me daba la vuelta-no sé si darme la vuelta era algo sensato, pero fue más o menos como un acto reflejo-.
-¿¡Qué demonios!?-grité.
Los ojos de Ronald se abrieron como platos y su mirada me recorrió descaradamente todo el cuerpo. Lo vi tragar duro antes de que su mirada volviera a mi cara.
-Yo...eh...quería decir...
-¡No me importa! ¡Sal!
Pareció pillarlo con dificultad, pero después asintió nerviosamente con la cabeza y salió, cerrando la puerta detrás de él. Me puse mi ropa rápidamente y comencé a secarme el pelo.

Ronald
Si alguien es bueno buscándose problemas, ese seguramente soy yo. Desde el incidente de ayer con Amy, su jodido cuerpo no había abandonado mi mente ni un segundo. Al fin había conseguido dar con Cassie y ella me pidió disculpas por no cogerme el teléfono, pero dijo que fue porque estaba en una sesión de no sé que cosas de chicas con April. La había buscado para que me ayudara a cuidar a la pelusilla, ya que Jake había salido de fiesta con Derek y Alan estaba haciendo no sé qué cosa de su trabajo-como él trabaja en una oficina, solamente necesita una oficina y tiempo de silencio y concentración, no importa en qué lado del mundo esté-. Así que él único que estaba disponible para el papel de niñera era yo, pero a mí eso de cuidar críos de seis años no sé me da tan bien, por eso quería pedirle ayuda a mi novia. Pero resulta que nada salió según lo esperado.
Cassie no llegó a tiempo, así que la que me ayudó con el niño fue Amy. Después de abandonar su habitación y haberla visto prácticamente desnuda, las cosas entre nosotros se volvieron incómodas, pero no por eso dejó de ayudarme. Le preparamos una rica merienda a Jonathan, estuvimos viendo dibujos animados en la tele y jugando a uno de sus juegos de mesa favoritos. Cada vez que, accidentalmente, Amy y yo nos rozábamos ambos dábamos un respingo y nos mirábamos el uno al otro, tragando duro.
Las cosas no mejoraron a la mañana siguiente. Me desperté bastante acalorado gracias al sueño que tuve. Debería haber soñado con Cassie, pero el cuerpo que ocupó mi mente toda la noche, sin embargo, fue el de su mejor amiga. Amy y sus maravillosas curvas, su pelo pelirrojo, su sonrisa pequeña, ancha y perfecta, su lindo tono claro de piel y ese brillo especial que tienen sus ojos.
Jake había amanecido con resaca de la noche anterior, pero no se despertó hasta las doce. Así que Alan, el pequeño Jonathan y yo desayunamos juntos.
-He pensado que podrías llamarle a mi hijo Jona, como todos hacemos, en vez de dirigirte a él como pelusilla.-me dijo Alan mientras se sentaba en la mesa y vertía cereales en su plato.
-Con una condición.-dije poniendo mis codos sobre la mesa. Alan entrecerró los ojos y sonreí ampliamente.-Dejas de ser tan cabezota y llamas a tu esposa.-Mi hermano mayor soltó un bufido y se concentró en sus cereales.- Así qué...pelusilla.-dije el mote poniéndole énfasis.-¿esta tarde juega el Madrid no?
El pequeño se encogió de hombros y llevó una cuchara llena de cereales a su boca.
-Soy más del Milan.
Casi me atraganté con mis cereales. ¡Menudo crío!
-Tú niño no es normal...-le susurré a Alan.
-Cada uno con sus gustos.
-Es español, debería gustarle un equipo español. No te gusta el Madrid, lo acepto, pero...¿y el Barça? ¿Atleti? ¿Betis?-hice una pausa y puse uno de mis dedos en mi barbilla.-Aunque pensándolo mejor, es hijo de Alan y Elizabeth, muy normal no puede ser.
Alan me fulminó con la mirada mientras yo luchaba por contener mi risa.

4 comentarios:

  1. Lo mismo de siempre: genial :D
    Pobre Amy...
    Besos!!

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  2. uhhh me huelo problemas entre Ronald y Cassie
    Siguiente!!

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  3. A Ronald le gusta Amy lo sabiaa! jajajaja ojala acaben juntos
    Besos,Rea^^

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  4. OH DIOS MIO!! JAJAJAA pobre Amy, en serio. Debe de tener un trauma o algo! Y Ronald no deja de pensar en él.. PERVERTIDO!!! Me encanta el pequeño Jona, en serio. Es la ostia! PELUSILLA FOREVER! subid pronto! Esperaré ansiosa el siguiente

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