Capitulo 45

Nastia

Un pequeño grupo de nuestra clase entramos en el ascensor del Empire State. El edificio era realmente asombroso y me había impresionado. En el ascensor esatabamos Eli, Amanda, un par de chicos de clase, algunos turistas y yo. Nate y Sam habían subido en el anterior grupo con la monitora. Eli, como no, estaba de nuevo con el móvil, hablando con Alan, evidentemente. Había notado que los monitores miraban siempre a Eli cuando estaba con el móvil, que eso era...¿siempre?
A nosotros nos dejaban estar con el móvil, pero no creo que les hiciese mucha gracia que no prestásemos atención a los guías, ya que solo hacíamos turismo por las mañanas y después de comer podríamos estar con el móvil o hacer lo que sea el tiempo que quisiésemos. Así que le quité el móvil a Eli de las manos y me dispuse a escribir un mensaje mientras ella intentaba quitármelo de las manos.

Como Eli y tu sigáis escribiendo mensajitos, al final le van a quitar el móvil y no os vais a poder comunicar en todo el tiempo que estemos aquí, así espera un ratito, tortolito. Me quedo con el móvil de Eli y lo voy a apagar por si acaso. Nastia ^^

Después de darle a enviar, apagué el móvil y lo guarde en mi bolso.

-¿Se puede saber que haces?-me dijo Eli enfadada-¡Devuélveme el móvil!

-Si sigues así todo el día con el móvil, al final te lo van a quitar y no vas a poder hablar con tu amado...-ella paró de pelear al escuchar mis palabras-Mira que sois empalagosos...

-No somos empalagosos...somos monos-reabatió cruzando los brazos a la vez que se le subían los colores

-Empalagosos, no le cambies el nombre-bromeé

-Idiota

-Me quieres

El ascensor llego a su planta y nos reunimos con el resto. Una de las cosas peores de este viaje es que Ivan estaba en él. Le odiaba realmente. Sólo deseaba no haberlo conocido nunca.

El móvil vibró en mi bolso, y sabía que era el mío ya que había apagado el de Eli segundos antes. Me aparte del grupo disimuladamente y cuando ya solo estuve a la vista de unos pocos turistas, cogí el teléfono.

-¿Nastia? Hola, soy Luc-dijo la voz. Su voz.

-Hola Luc-saludé y noté como el calor subía a mis mejillas. Aún recordaba nuestra última conversación y que le había dicho que me esperara.

-Bueno, te he llamado para decirte...que...bueno...-se aclaró la garganta-Me dijiste que te esperase...pero-cuando dijo ese pero mi corazón se encogió. ¿Pero? ¿Que pero podía haber? La angustia empezó a apoderarse de mi-...¿tu también me esperarías a mi?
-Si-dije sin pensarlo ni un segundo. Él alivio me inundó y respiré tranquila-Si, por supuesto
-Vale...bueno...-su voz sonaba aliviada también-¿Que estás haciendo ahora?
-Ahora estoy viendo las vistas de Nueva York desde lo alto del Empire State-aclaré
-¿Desde...lo...lo alto?-preguntó con la voz un poco aguda
-Si ¿Que pasa?
-No, nada-volvió a aclararse la garganta-No pasa nada, ¿El Empire State está muy alto?
-Bastante-dije sospechando algo-¿Luc?
-¿Si?
-¿Tienes miedo a las alturas?-hubo unos segundos de silencio en el que solo se escuchaba su respiración al otro lado de la linea
-...un poco-reconoció

Luc
Colgué el teléfono con una sonrisa. Realmente me daban miedo las alturas. Era un trauma que tengo de niño cuando me fui de vacaciones con mis padres, cuando tenía cuatro años, y pasamos por un puente de un acantilado. Me dio tanto miedo que me quedé arrodillado en el puente sin moverse y llorando. Estaba seguro que se iba a romper el puente e iba caer al vacío. No fue así, pero el miedo se quedo ahí.
Así que cuando Nastia me dijo que estaba en lo alto del Empire State, con solo imaginarlo me puse tenso. Aunque soltarlo me había sentido genial. Le conté a Nastia la historia detrás de ese miedo y ella me había escuchado con atención. No se había burlado de mi en ningún momento e incluso ella me contó su miedo. Nastia le tenía miedo a los ascensores sin espejos...Incluso sus miedos eran complicados. Sonreí de nuevo.
-Que hija de puta...-mascullo Alan-Que hija de puta...
-¿Que pasa?-preguntó a Alan, que miraba el móvil con los ojos como platos
-¡Nastia nos ha cortado el grifo!
-¿Que grifo? ¿De que hablas?-pregunté con el ceño fruncido
-¡Nastia! Le ha quitado el móvil a Eli-acto seguido me enseño el móvil donde en la pantalla había un mensaje. Empecé a leerlo y acabó firmado por Nastia. Solté un carcajada al mismo tiempo que Alan me fulminó con la mirada.
-¿Que?-pregunté riendo-Sabes que tiene razón
-No la tiene
-Alan-dije usando tono de un padre echando la bronca a su hijo
-Vale, quizás si tenga un poco de razón...