Capitulo 46

Elizabeth
-¡¿No puedes ponerlo en silencio?!-grité cuando el móvil comenzó a sonar de nuevo.
-¿Seguro que no quieres contestarle?-me preguntó Nastia.
-¡NO!-me tapé la cabeza con la almohada y emití un gritó de frustración.-¡Argh! ¿Sabes qué? ¡Apágalo!
-Como quieras, princesa del drama.
Me quité la almohada de la cabeza y le envié una mirada asesina. Nastia se encogió de hombros, puso mi móvil en silencio y se sentó en su cama.
Llevaba todo el día de mal humor. Esta mañana recibí un mensaje de un número desconocido. No ponía nada, solo un par de fotos de Alan y, ¡adivinad quién! ¡Mónica!
Minutos después recibí el mensaje de buenos días que me manda Alan siempre, pero no contesté. Media hora más tarde, recibí otro mensaje y después de ese le siguieron como unos veinte más. No quería hablar con él. ¿Para qué? Si las fotos lo aclaraban todo.
Alguien abrió la puerta de la habitación, pero yo tenía la almohada bien presionada contra mi cabeza. Hoy estaba en estado no-quiero-ver-a-nadie. La cama se hundió y rápidamente me encontraba en los brazos de alguien.
-Tranquila bebé, el amor de tu vida ya está aquí.
Sorprendentemente logré sonreír y le pegué en el brazo a Nate.
-Más quisieras baboso.
Nate me sonrió, pero no dijo nada más. Cuando se trataba de consuelo era el mejor. Tanto Nastia como yo le agradecíamos enormemente eso. Siempre nos cogía en brazos y se quedaba con nosotras, sin decir nada. Su simple presencia lo hacía todo más fácil.

Alan
Abrí la puerta de golpe y entré. Luc estaba afeitándose y me miró curioso a través del espejo del baño.
-¿Has hablado hoy con Nastia?-le pregunté mientras me apoyaba en el marco de la puerta del baño. Luc entrecerró los ojos y negó con la cabeza.
-Alan son las siete de la mañana, me acabo de despertar, pero...¿has dormido bien? Tienes los ojos muy rojos y pareces cansado.
-No he dormido Luc. Le mandé un mensaje de buenos días a Eli a la una de la noche-Luc alzó las cejas-en su zona horaria son las siete de la mañana. Pero no me contestó. Así que le mandé otro y otro y otro...así toda la noche. ¡Todavía no me ha contestado! No es que tenga el móvil apa...
-¡Alan!-Luc dejó la cuchilla en el lavabo y se dio la vuelta para mirarme de frente.-Dale un poco de espacio, a lo mejor se han ido a hacer algo de todo eso del turismo a lugares altos y se olvidó el móvil.
-No Luc. Ella siempre me responde por la mañana y se lleva el móvil con ella. Algo ha pasado. Por favor, llama a Nastia. Tal vez...¿y si me está engañando con otro? Creo que es eso...
Luc rodó los ojos.
-¿Seguimos hablando de Elizabeth, nuestra dulce e inocente niñera?
Hice una mueca. Luc tenía razón. Eli nunca en la vida me engañaría. Pero...
-Luc llama a Nastia, por favor.
-Está bien, espera que acabe con esto.-agitó su mano hacia el lavabo y asentí.
Cuando Luc acabó de afeitarse salimos al salón y su madre nos preguntó si todo estaba bien. Pobre mujer, se había asustado cuando le dije que tenía que hablar urgentemente con su hijo. Era raro encontrarla en casa, pero teniendo que eran las siete de la mañana y época de verano lo dejé pasar. Mi amigo cogió el móvil y marcó. Me coloqué a su lado para intentar captar la conversación.
-¿Nastia?-preguntó cuando una persona en la otra línea descolgó.
-Hola, Luc.
-¿Hmm...dónde estás?
-Espera un momento.
Me acerqué aún más a mi amigo y el puso cara de pocos amigos, pero al fin y al cabo esto se trataba sobre mi novia y su posible desaparición. Se escuchó un portazo y después un suspiro al otro lado de la línea.
-Estamos en el hotel, hoy tenemos día libre.
Fruncí el ceño. ¿Día libre? Entonces, ¿por qué demonios Eli no contestaba?
-¿Estáis?-preguntó Luc-Entonces Eli también...
-Luc, sé por qué llamas. Seguramente Alan esté ahí al lado torturándote para que me preguntes sobre su novia-niñera. Si ella no le contesta es porque recibió un mensaje en el que había unas fotos de Alan y la zorra rubia en plan muy amistoso, si entiendes lo que quiero decirte. Yo de verdad que no sé de qué lado ponerme. Ella es mi mejor amiga y tengo que apoyarla, pero a lo mejor, y créeme cuando te digo que quiero creer eso, las fotos están trucadas o no son lo que parecen ser. Pero tengo que estar de su lado.
Miré a Luc horrorizado y negué con la cabeza. ¿Mónica? ¡Venga ya! Él pareció entenderme porque asintió.
-Hablaré con él, pero mándame esas fotos. Luego hablamos.
Colgó y se dejó caer al sofá mientras yo me pasaba una mano por el pelo. Los segundos parecían eternos mientras esperábamos el mensaje de Nastia. Cuando llegó casi salté por encima de la mesita del salón para llegar al sofá y cogerle el móvil a Luc. Efectivamente no eran lo que parecía ser.
En una de las fotos salía yo de espaldas y la zorra rubia-como Nastia la había llamado-me rodeaba el cuello con sus brazos. Mis manos estaban en su cintura y si no recordara la escena yo también pensaría que era una foto de dos enamorados.
Esa foto fue tomada ayer. Cuando Mónica me volvió a hacer una visita al bar donde trabajo y se me lanzó a los brazos haciendo una escena del tipo quiero-que-volvamos-a-estar-juntos. Se me había hecho raro porque ella no era de las típicas que venían pidiendo una segunda oportunidad, pero estaba demasiado preocupado por deshacerme de ella como para pensar en que podía ser una trampa. Cuando ella se abalanzó sobre mí, la cogí de la cintura y la empujé lejos, pero por lo visto ella había tenido un muy buen fotógrafo que supo como sacar la foto para hacerla parecer algo que no era.
Cuando se fue, pasó por mi lado y me plantó un beso en la mejilla, en ese momento me estremecí y puse cara de pocos amigos, pero como estaba de espaldas, eso no salió. Por eso mismo la segunda foto parecía la típica de una despedida de amantes secretos.
Casi tiro el móvil de Luc al suelo, pero me contuve porque no quería dejar a mi mejor amigo sin su aparato más preciado.
-Esto no es lo que parece.-le dije enseguida.
-Yo te creo Alan. Pero seamos honestos. Si te enviaran estas fotos de Eli, sabiendo que ella está a tomar por culo en un país más allá del océano atlántico, ¿qué creerías? Ah y a eso hay que añadirle que la tipa de las fotos es tu ex.-me palmeó al hombro y negó con la cabeza.-Amigo, estás bien jodido.
Suspiré y le pasé su móvil. Luego ambos nos sentamos en el sofá y nos quedamos en silencio por unos instantes.
-¿Se te ocurre algo que pueda hacer para lograr que me vuelva a hablar?
Luc pareció tomarse muy en serio la pregunta y después sonrió satisfecho.
-Al fin mis dotes de casanova servirán para algo bueno.

Elizabeth
Estábamos acabado de ver Grease cuando alguien tocó a la puerta. Miré a Nastia y tras asentir se levantó y corrió a abrir. Detrás de la puerta estaba una de nuestras monitoras y profesoras, la señora Martinez.
-Nos ha llegado un fax para la señorita Elizabeth.
Al escuchar mi nombre me levanté y caminé hasta la puerta.
-¿Fax? ¿Tenemos de eso aquí?-pregunté con el ceño fruncido.
-Si, querida.-me contestó la profesora y me entregó unos papeles.
La profesora no paraba de sonreír y antes de irse me guiñó un ojo. Miré a Nastia y ella se encogió de hombros. Cerré la puerta y miré al primero de los papeles. Fui caminando hasta la cama mientras comenzaba a leer.
Querida niñera:
En realidad planeaba mandarte una carta, ya sabes hubiese sido mucho más emocionante que esto, pero como estas en los States tendría que haber esperado un montón y créeme, lo último que quiero hacer ahora mismo es esperar. No me has contestado a los mensajes, y no te culpo, yo tampoco lo habría hecho si me hubiesen mandado esas fotos tuyas. Pero Elizabeth, te juro que no es lo que parece. Y antes de que arrugues y tires este papel por lo menos lee mi explicación, ¿no?
Mónica se enterró de donde trabajo y vino montando una escena diciéndome que quería volver conmigo. Le dije que me dejara en paz, que ahora mismo estaba tranquilo y feliz al lado de una persona que verdaderamente vale la pena. Aún así me parecía raro. ¿Por qué iba ella a arrastrarse pidiendo una segunda oportunidad a un tío cuando tenía a tantos comiendo de su mano? Ahora me doy cuenta de qué era una trampa. En las fotos yo intentaba apartarla de mí, pero eso no sale reflejado ya que solo salgo de espalda y la única cara que puedes ver es la suya, y sabes lo buena actriz que es.
Eli, tu mejor que nadie deberías saber que no la quiero, que nunca la quise y que lo mío con ella solo fue...bueno creo que ya sabes. Me estoy muriendo aquí, esperando que me des un signo de vida, que me digas que todo está bien y que nada ha pasado. Porque, ¡nada ha pasado! Todo sigue como siempre. Mónica y sus ataques de locura y celos y tu y yo...bueno preferiría dejarte que buscaras tú una palabra para definir lo nuestro. 
¿Por qué dejar a la zorra rubia ganar? Enseñemosle que lo nuestro es más fuerte que sus estúpidos intentos de hacerlo fracasar.
PD: Dile a Nastia que me encanta el mote que le puso a Mónica-la zorra rubia-.
PD2: Como esto no es una carta en sobre no te pude mandar la foto original, pero en cuanto vuelvas te la doy.
Fruncí el ceño, pero al apartar el papel lo entendí. En la segunda hoja había una foto de Alan, Luc, Nasti, los gemelos y yo el día de su cumpleaños. Todos estábamos vestidos con nuestros disfraces y sonreíamos a la cámara. La foto-de papel-se veía muy mal, pero supuse que la original-que por lo visto estaba en manos de Alan-sería mucho mejor.
-Qué mono...
-Nastia.-le dije en tono de advertencia.
Había estado detrás de mí, leyéndolo todo y ahora sonreía tanto o más que yo.
-¡Quiero la original!-se quejó.-¡Quiero esa foto en mi cuarto! Mira lo bien que sale mi Luc y su six pack.
Solté una carcajada y negué con la cabeza.
-Claro Nastia, lo más importante de toda esta situación es la tableta de Luc.

Y el príncipe azul queda perdonado.

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Sentimos mucho que los capitulos sean tan cortos, eso es porque cuando nos ponemos a escribirlos la otra no está conectada y no se nos ocurren ideas...estamos muy mal con la inspiración :S