Capitulo 41

Nastia
En esos momentos, en la soledad de la habitación del hotel, estaba realmente triste. Se suponía que el viaje a EEUU iba a ser un viaje de placer, pero la despedida-más bien la ausencia de ella-con Luc, me había dejado un mal sabor de boca. Yo creía que estábamos bien, que habíamos conseguido arreglar nuestras diferencias y que teníamos algo...no se el que, pero algo. Parece ser que no era así, él ni me había mirado dos veces en el aeropuerto porque había estado demasiado ocupado con Maddy...¡Estúpida Maddy! Con su timidez, su culo inexistente y...¡maldita sea! Su belleza. La muy...era guapa. Del tipo de belleza que le guste más a Luc y no la mía. La primera y última vez que le vi intentando ligar con una chica, fue en el centro comercial y era exactamente igual que Maddy, así probablemente ese fuera su tipo...Y tenía que admitir que eso me estaba matando. ¿Que le había pasado a Luc para tratarme hoy con tanta indiferencia? Cogí la almohada y la abrace con fuerza haciéndome una bolita en la cama. En ese momento Eli salió del baño con una toalla enrollada al cuerpo y otra en el pelo. Cogió su móvil y puso un sonrisa en el rostro después de leer lo que supuse que era un mensaje...un mensaje de Alan, evidentemente, porque esa sonrisa era de enamorada y solo había la había visto con esa expresión en el rostro cuando éramos pequeñas y estaba enamorada de Aless. Me parecía genial que Alan y Eli por fin se hubiesen decidido a salir juntos, pero en ese instante me sentía como una mierda y me parecía imposible alegrarme por mi mejor amiga.
-¿Te vas a duchar?-me preguntó Eli abriendo el armario. Ella, al contrario que yo, ya había deshecho la maleta-Si Amanda se ducha seguramente será en la habitación de Sam y con él, aunque comparta habitación con nosotras-rió
-Si-dije ignorando la broma, no estaba de humor-¿vas a necesitar entrar otra vez?-ella negó con la cabeza mirándome con preocupación
-¿Sigues mal?-preguntó
-Si-respondí sinceramente. ¿Para que mentir? Entré en el cuarto de baño antes de que ella dijese nada

Luc
Normalmente me encantaba ir a los partidos de los gemelos, pero en ese preciso instante solo me apetecía estar encerrado en mi cuarto, con las persianas bajadas y debajo de las sabanas. Desde que mi madre nos había pillado a Nastia en el sofá-aunque no se si se pudiese llamar "pillar" ya que no estábamos haciendo nada- me sorprendió creo que más que a ella presentarla como mi novia. Ella me había mirado con ojos como platos pero no me había corregido incluso después de que mi madre no estuviese a la vista, y eso me había dejado confuso...muy confuso. ¿Porque no podía dejar de pensar en ella? No la había visto ni hablado con ella desde aquella tarde, más que nada porque quería aclarar mis ideas, sin resultado. Nastia la mayoría del tiempo me sacaba de quicio con su seguridad ante todo y la otra mitad estábamos discutiendo. Pero al fin y al cabo, creo que me había acostumbrado a discutir con ella y me gustaba, me gustaba ver su ceño fruncido al igual que sus labios y la replica inteligente que siempre tenía en la boca. Y luego, cuando sonreía y bromeaba conmigo y no sobre mi, las demás cosas dejaban de tener importancia y solo estábamos ella y yo. Miré a Alan animando a sus hermanos y a Ann acercándose poco a poco a él sitio donde mi amigo estaba sentado. Él tenía razón, había sido un estúpido. Al menos tendría que haberme despedido en condiciones con ella. Esa mañana me había despertado con la idea de darnos una oportunidad a Nastia y a mi. Me había levantado y por el camino me encontré a Maddy, me preguntó que si iba a ver el partido de los chicos, ya que su hermano estaba en el mismo equipo que los gemelos y dije que si, para después hacerla venir conmigo al aeropuerto para después ir directamente todos juntos a el partido. Estaba totalmente decidido a darnos esa oportunidad a nosotros dos juntos, como pareja, para convertir en verdad las palabras que le dije a mi madre sobre y Nastia y yo. Pero cuando la vi ahí, arrastrando una maleta rosa, sonriendo hacia sus compañeros de clase feliz de poder realizar ese viaje, caí en la cuenta de que no tenía ningún sentido lo que iba a hacer. Ella iba a estar un mes entero en EEUU, no habría ningún contacto entre nosotros y seguramente ella conocería a un montón de Yankees que serían mejor partido que yo y pronto se olvidaría de mi. No funcionaria, porque las relaciones a distancia nunca funcionaban, aunque solo estuviésemos un mes separados, era suficiente para fastidiarlo todo. Y aún así, ¿quien había dicho que ella iba a aceptar? Seguramente ni se le hubiese pasado por la cabeza salir conmigo...¡Dios! Estaba mejor cuando iba de flor en flor.
-Están jugando bien, ¿verdad?-dijo Maddy. Le sonreí para hacerla creer que estaba disfrutando. Me gustaba pasar el tiempo con Maddy, era una buena amiga y me lo pasaba bien...pero no era Nastia.

Nastia
Salí del cuarto baño igual que lo había echo Eli hacía 30 minutos. Si, sabía que tardaba mucho en la ducha, pero la culpa no era mía, era del agua por estar calentita. En la cama, en vez de encontrarme a una Eli ya vestida, estaba mi hermano tumbado con una de mis gomas de pelo en la mano, jugando con ella. Cuando me oyó, giró la cabeza hacía mi y se levanto de la cama.
-Eli me lo ha contado-dijo. Yo fruncí el ceño
-¿Contar el que?-me puse a la defensiva
-Vamos, Nasti-alzó los brazos-Que estas enamorada ¿que va a ser?-abrí los ojos como plato y me apuré en negarlo
-¿Enamorada? ¿Quién ha dicho nada de estar enamorada? ¡No estoy enamorada de Luc!-exclamé
-¡Ajá! ¡Te pille!-exclamó Nate a su vez-Yo no he dicho nada de que sea Luc
-Te odio...-mascullé
-No lo haces-me limité a sacarle la lengua-Puedes contármelo, Nastia...
Casi sin darme cuenta estábamos los dos tumbados en la cama el uno al lado del otro mientras yo soltaba todo lo que había pasado con Luc desde que le conocí.
-...y siempre estamos discutiendo pero me gustan esas discusiones tontas como cualquier otra cosa, y cuando sonríe y bromea conmigo y no sobre mi, nada más importa ¿sabes? Dejamos de ser "la niña pija" y "el idiota del baño" y pasamos ser solo el y yo...
-La próxima vez que le vea le voy a dar un puñetazo por no despedirse-dijo Nate, que me había escuchado durante toda la chapada, sacándome una sonrisa-...no es que el tipo me caiga muy bien, pero...parece que te gusta, ¿porque no le pides salir?
-¿Tu estás tonto?-pregunté riendo sin humor-El es un Casanova, no creo que se le haya pasado por la cabeza salir conmigo...el va de flor en flor
-Yo también iba de flor en flor-aclaró mi hermano encogiéndose de hombros- y mírame ahora con Sue...-sonreí ante su respuesta
-Por cierto...Sue y tu ya habéis...-levante las cejas repetidas veces-...ya sabes...consumado vuestro amor...
-¿Consumado nuestro amor?-dijo riendo, aunque el color se subió un poco a sus mejillas-¿En que siglo vives, Sist?
-Creo que en el siglo XXI, Bro...
-No, todavía no hemos hecho nada-contestó- Sue quiere esperar, y si es por ella...lo que sea, a mi me vale estar a su lado...
-Ohhh...-puse voz tierna-¿desde cuando eres tan cursi?
-Cállate-rió-No es mi culpa ser tan increíblemente tierno
-Y creído-añadí-Sabes, a veces me alegro de que seas un chico y no una chica. Me gusta mas que si hubiese tenido una gemela
-Si, ¿verdad? Estás cosas no se las podría contar a un hermano porque me llamaría mariquita de por vida
-Y te quitaría la ropa del armario para usarla él-dije
-Eso ya lo haces tú-contestó mirándome divertido
-Es verdad, se me había olvidado-reí- Es que tu ropa es cómoda
-Pues tu ropa es muy incómoda, ¿sabías?-bromeó-¿Te acuerdas esa vez que me disfrazaste de ti de pequeños, porque no querías ir a las clases de violín?-solté una carcajada al recordarlo
-¡Dios! Esas clases eran horribles. La verdad, es que en ese entonces tenías la misma cara que yo. Ahora tienes la mandíbula más marcada...y tienes barbita...deberías afeitarte, ¿sabes?-el se pasó la mano por la barba de un día que tenía
-A Sue le gusta...dice que es sexy-comentó- Y se que no es la única chica que lo piensa...
-Creído...-canturreé
En ese momento Sam entró en la habitación como un torbellino seguido de una Amanda sonriente y una Eli con una sonrisa de "nos vamos a arrepentir de esto"
-He mangado una llave en recepción que sirve para todas las habitaciones-nos dijo Sam- Para así por la noche, poder entrar y salir de las habitaciones sin tener que llamar a las puertas y correr el riesgo de despertar a los monitores...¡Wo, Nastia! ¿Vas a ir así a la calle?
Me miré y me di cuenta de que aún estaba con la toalla al rededor de mi cuerpo y en el pelo. Reí. Esa conversación con mi hermano, me había puesto un poco más feliz.