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Capitulo 42


Elizabeth
No es que el tour turístico fuese aburrido, sino que Alan era más entretenido. Desde qué llegué a los EEUU-ayer por la tarde-no paré de recibir mensajes suyos. Nos contábamos un montón de cosas y siempre lograba hacerme sonreír con sus payasadas. Además ya le echaba de menos, ¿cómo se supone que aguantaré un mes?
-Tú-Nate me da un codazo en las costillas-deberías guardar el móvil, la profe te ha estado mirando.
Hice una mueca de fastidio y deslicé el móvil dentro del bolsillo de mis vaqueros.
-¿Qué ha estado diciendo?-le pregunté a Nate cuando nos paramos enfrente de una gran estatua, en medio de un parque. Él abre sus ojos y levanta una ceja.
-¿No te has enterado de nada?-me encogí de hombros, pero pese a eso se me escapó una pequeña sonrisa.-Esos chicos os están comiendo el coco a ti y a mi hermana.
-Nah. Si en el fondo son majos.
Nate rió y se mordió el labio. Se acercó a mi y me susurró para qué solo yo lo oiga.
-Apuesto a qué sí, sobre todo en la cama.
Abrí la boca y la cerré de inmediato. No se me ocurría nada para contestarle. Sin embargo, para demostrarle que me había echo enfadar, le pegué en el brazo. ¡Jum! ¿Quién se creía? Aún así no dejaba de reírse, ¡maldita sea!

Alan
Ahora entramos en el museo, así que apagaré el móvil. Luego hablamos ;) 
Ni museo, ni ostias. Ella debería estar aquí. ¿Qué coño hace al otro lado del mundo? Divertirse Alan, divertirse, me dijo una voz interna. Bloqueé el móvil y me volví para ver a Luc.
-Entonces, ¿hoy es tu primer día de trabajo?-me preguntó mientras llegábamos al campo de fútbol.
-Seh, me han dicho que vaya por la tarde y me harán una prueba.
-¿Qué tal pagan?
Unos cuantos amigos se nos acercaron y nos saludaron. Luego caminamos lejos de ellos y nos sentamos en las gradas hechas de piedra.
-No me puedo quejar. Tienen un horario de tarde, así que tengo las mañanas libres y el sueldo es perfecto.
-Me alegro por ti. Yo también encontré trabajo con un amigo de mi tío.
Me recosté sobre mis codos, con las piernas hacia adelante, en una posición muy relajada.
-¿Y eso?
-Le conté a mi tío que quería ahorrar para comprarme un coche y qué estaba buscando trabajo para el verano y me presentó a un amigo suyo que es mecánico y qué tiene su propio taller. Trabajaré por las tardes también.
Nos quedamos mirando la pista, donde algunos de nuestros compañeros de equipo del antiguo instituto jugaban. Se siente extraño haber acabado ya la ESO. Más extraño aún pesar en la universidad. Pero como siempre dicen "hay que aprovechar el presente" y nuestro presente era un largo verano por delante...
Cuando por tarde llegué al bar, apenas había gente. Me reuní con el jefe y me explicó las cosas que debía saber. Luego me dejó solo un par de horas para ver qué tal lo llevaba y finalmente me dio el trabajo. No era la primera vez que yo trabajaba como camarero.
Tras una tarde no muy cargada de trabajo, volví a casa. Se sentí vacía sin Eli y los gemelos no paraban de preguntar por ella. Les expliqué qué estaba en los EEUU de vacaciones y ambos se pusieron tristes. Es alucinante el giro que han dado las cosas. Al principio la quería lo más lejos posible de mi casa y de mis hermanos, sin embargo ahora la echaba de menos y deseaba qué estuviera allí.
Salí de la piscina y me tumbé encima de una de las sillas de plástico. Jake y Ronald seguían jugando dentro del agua, negándose a salir.
-¡Chicos son las nueve! ¡Fuera del agua ya!-les grité.
Hicieron pucheros y rogaron pero no cambié de opinión y ellos tuvieron que acatarla. Mientras ambos se cubrían con sus respectivas toallas y entraban dentro de la casa, saqué el móvil y comencé a escribir.
¿Sabes la de veces qué he pensado en ti desde qué te fuiste? Por favor, dime, que ahora mismo no estás teniendo una cita con algún tonto americano xD.
En Nueva York deberían de ser las tres de la tarde, así que supuse qué estarían en el hotel, descasando. Qué raro era esto. Aquí casi de noche y allí, a mitad del día. Un pitido me informó de qué tenía un nuevo mensaje.
¿Pensaste en mí? Ojalá que no fuera nada del tipo fantasías sexuales. Te sorprenderías de ver lo divertidos qué son los estadounidenses. Pero, no. No estoy teniendo ninguna cita. Ahora mismo estoy descansando, me ha tocado caminar todo el día.
¿Divertidos? ¡Venga ya!
¡Encontré trabajo! Qué sepas que ahora mismo estás hablando con el nuevo camarero del bar Tauro.
Me levanté de la silla, tirando la toalla sobre mi espalda y caminando hacia la cocina. Cuando llegué, me llené un vaso de leche y me senté en una silla.
Felicidades. Pero solo advierto qué tu trabajo cosiste en servir tragos, no beberlos cariño.
Luché contra una carcajada. Uno, se estaba riendo de mí. Dos, me acababa de llamar cariño. Esa palabra se te puede escapar sin querer hablando, pero escribiendo no.
Ya lo sé, cariño ;) Jajajaja.
Lo único que deseaba era poder estar a su lado para verla leyendo el mensaje. Me habría gustado ver su hermosa sonrisa agradarse y sus ojos cogiendo ese brillo tan especial.
-Alan, hijo, ¿qué haces aquí solo?
Casi grito del susto. Miré a mi mamá, que estaba apoyada contra la puerta de la cocina, con sus brazos cruzados sobre su pecho y su largo bolso colgando en ellos.
-Estaba hablando con Luc.
Levanté mi mano para qué ella pusiese ver el móvil y asintió. Caminó hasta la mesa y tiró de una de las sillas, tomado asiento.
-He estado pensando...-empieza diciendo.-Elizabeth estará fuera por un mes. Y no sé cuales serán sus planes cuando vuelva....-alargué mis manos por encima de la mesa, apoyándome en mis codos y prestando atención-No sé si contratar una nueva niñ...
-¡NO!-mi voz salió sin si quiera pensarlo.-¿Cómo nos vas a traer a otra?
-Alan cielo, tú no puedes estar cuidando de tus hermanos...me dijiste qué buscarías un trabajo.
-Y lo hice. Soy el nuevo camarero del bar Tauro.-los ojos de mi madre brillaron de orgullo.
-¿Ves? Tú no puedes cuidad de ellos y sabes muy bien qué yo y tu padre tenemos mucho trabajo en verano. Por lo menos hasta qué Elizabeth vuelva, necesitamos una sustituta.
Asentí con la cabeza, tragando, y salí de la cocina. No sé por qué se sentía mal. Se sentí como si traicionáramos a Eli. Pero como mi madre dijo, sería hasta que ella volviese.
Si en el fondo te vuelve loco qué te llame así;)
Me dejé caer sobre la cama con el móvil en la mano y me apresuré a responder.
Vuelve a llamarme cariño y te juro que voy a los Estados Unidos para hacerte el amor como te mereces.
Lo envié antes de arrepentirme.

Elizabeth
-De acuerdoooooo. ¿El azul o el rosa?
Nastia estaba delate de un gran espejo con dos mini vestidos preciosos.
-Mmmm, creo que el azul.-le contesté.
Después fingí qué estaba muy entretenida pintándome las uñas de los pies. Me encantaba el rosa fucsia y casi siempre me pintaba las uñas de ese color.
-También voto por el azul.-dijo Amanda ladeando la cabeza para obtener una mejor vista de los vestidos.
-¡Pues entonces el azul!-concordó Nasti.
-¿Y sé puede saber por qué estás tan animada?-le pregunté.
Ella resopló y dejó caer los vestidos sobre la cama, sentándose ella misma en el extremo al lado de los vestidos. Se quitó el coletero y liberó su pelo, pasándose la mano por él, en un gesto de frustración.
-Necesito un hombre.-dijo abatida.
Me eché a reír al mismo tiempo que Amanda.
-¿Y dónde dejas a Luc?-le dije entre risas. Ella me fulminó con la mirada y se levantó de la cama, caminando hasta el tocador.
-No sé. ¿Dónde me dejó él a mí? Ya vi lo que le importaba...
Dejé caer mi cabeza entre mis manos y suspiré. Alan me había dicho que no sabía por qué Luc actuó de esa forma, y que está intentando sacarle información. Hablando de Alan...Sentí que mis mejillas se volvían rosadas mientras recordaba su último mensaje. Me mordí el labio y me concentré en el problema Nastia-Luc.
-Así qué-siguió Nastia-esta noche me liaré con un americano buenorro y disfrutaré al máximo mi estancia en Nueva York.
Una hora más tarde estaba fuera del hotel, con Amanda, esperando a qué Nastia bajara. Los chicos ya estaban en la discoteca y habíamos quedado en juntarnos todos allí.
Necesitamos hacer algo.
Le mandé el mensaje a Alan y esperé, luego me dí cuenta de qué en España deberían de ser las cuatro de la madrugada y casi me pego una torta por ser tan idiota. Pero aún así, enseguida recibí el mensaje de Alan.
¿Sobre qué? Explícate.

Nastia y Luc no están pasando por su mejor momento, eso ya lo sabemos. Pero ella se quiere liar con un americano buenorro y eso si que lo jodería del todo. ¿No puedes hacer que Luc la llame y le diga algo que la haga cambiar de opinión?
Me mordí la uña del dedo índice, porque Nastia caminaba hacia mí. Taconeé con mi pie en el suelo rezando para que Alan se diera prisa con su respuesta.
¿Qué Nastia quiere hacer qué? ¿Está loca? ¡Nunca se te ocurra hacerme algo así si alguna vez nos enfadamos, ¿eh?! Hablaré con Luc y le haré entrar en razón, tú habla con Nastia.

2 comentarios:

  1. Genial como de costumbre :D Qué ganas de seguir leyendo!!!
    A ver si Eli y Alan están juntos ya como es debido *3* No quiero niñera nueva, me da mala espina T___T
    Luc y Nastia tienen que estar juntos T_______T
    Seguid así!!!
    Un beso.

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  2. Me ha encantado el capítulo, pero buff, quiero que vuelvan ya! jajajajajaj Seguid así, un besazo a las dos por esta estupenda novela que estáis creando entre las dos :)

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