Capitulo 19.

Amy
Me dejé caer en la cama y suspiré. Debería estar estudiando ya que llevaba la materia algo atrasada, pero mi mente estaba a otras cosas en ese momento. Desde lo sucedido el día anterior con Noah mi mente no podía procesar otra cosa. Aún recordaba lo que me dijo Cassie cuando llegué a casa:
-Ni siquiera intentes ocultarlo. Toda la Universidad sabe que estuviste en los baños con Noah...y no queras saber lo que los malos rumores cuentan...-ella levantó las cejas sugestivamente y rodé los ojos.
Me dejé caer en el sofá y fui obligada a contarle lo que pasó.
-Me encontré con la zorra de Sara..
-Si, lo sé.-la miré y ella solamente se encogió de hombros.-Ese rumor también corre por ahi. ¿En serio le dijiste que si no tuviera unas tetas tan operadas podría ver mejor por donde andaba?
Ambas nos miramos y sin poder aguantarlo más, estallamos en risas. Recordé la cara de Sara cuando le dije eso y como se había quedado boquiabierta.
-Buenos, pues después de que la señorita copa C me tirara su café en mi camiseta favorita, Noah se ofreció para ayudarme a limpiarme y...fue conmigo al baño. Y...pues...esto...
-No lo niegues, ya tienes esa sonrisa tonta en la cara y estás sonrojada.
Rápidamente me llevé las manos a la cara cuando la sentí quemar.
-Solamente nos besamos, pero fue...-suspiré y dejé salir el aire que no sabía que estaba conteniendo.
-¿Y ahora que vas a hacer?
Y esa era la pregunta que seguía haciéndome. Después de hablar con Cassie y cenar recibí una llamada de Noah. Francamente, no me lo esperaba. Todavía no sabía qué pensar acerca de lo que sucedió, así que le contesté y me dejé caer en un lado del sofá del salón. Ronald había llegado minutos antes y ya estaba metido en la habitación de Cassie y April no estaba en casa. Así que estaba sola.
-¿Hola?-me temblaba la voz y me odié a mi misma por eso.
-¿Ya cenaste nena?-me preguntó Noah al otro lado de la linea.
-Sí, hace rato. ¿Tú?
-Todavía no he llegado a casa, estoy con unos colegas pero ya voy hacia allá. Quería hablar contigo...
-Dime.
-En persona. ¿Puedes quedar ahora?
Miré el reloj de la pared. 20:25.
-¿No puede ser mañana? Mientras que me visto y salgo ya se hace tarde y...
-Quiero verte ahora, es importante.
Un manojo de nervios se formó en mi estómago. ¿Qué quería? Bueno, tampoco era tan tarde...Con algo de suerte estaría en casa antes de las diez.
-Está bien. ¿Dónde nos vemos?
Ni siquiera recuerdo muy bien cómo fue todo el proceso de cambiarme de ropa, peinarme y tal. El caso es que en veinte minutos ya me encontraba en el parque donde el me pidió que quedáramos, sentada en un banco frente a una fuente. Miré el reloj de mi mano para asegurarme de que no era demasiado tarde y suspiré. De pronto, sentí unas manos frías tapándome los ojos. Mi primer sentimiento fue de miedo, pero cuando le escuché susurrarme al oído "Te eché de menos muñeca" supe que no era miedo lo que debía sentir. Mariposas se formaron en mi estómago y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Puse mis manos encima de donde las suyas estaban, tapándome mis ojos y se las quité. Giré mi cabeza hacia atrás y le encontré sonriéndome de forma dulce. Entonces, acercó sus labios a los míos y me besó lentamente. Su boca frotaba la mía en un baile apasionado y cálido. Cuando se separó de mí, sentí el frío de la noche golpearme, aún así, mis labios ardían.
Noah se agachó y recogió algo del suelo, pero no pude ver qué era. Rodeó el banco y se puso delante de mí.
-Necesitaba las dos manos para taparte los ojos, así que la tuve que dejar en el suelo.
Sostenía una hermosa rosa roja entre sus dedos. Y no pude creerme lo que veía. Noah estaba delante de mí, con su chaqueta de cuero y su postura de niño malo, pero tenía en sus manos una..rosa. Esto era tan surralista. Además, era...para mí.
Se acercó y me la dio y simplemente me quedé ahí, mirándole a la cara embobada sin saber que decir.
-Amy si no me dices algo hoy pensaré que mis técnicas de coqueteo están anticuadas y en serio que herirás mi autoestima.
Me eché a reír más que nada porque parecía serio al decirlo. Entonces, me levanté del banco y eché mis brazos a su cuello. Noah me abrazó contra su cuerpo riendo y luego me dio un beso en la frente.
-Y bien...¿qué me dices?
-¿Acerca de qué?-pregunté confundida.
-Acerca de esto.
Entonces juntó nuestros labios en un nuevo beso y yo sentí que me fallaban las piernas. Sus manos estaban en la parte baja de mi espalda mientras que las mías estaban situadas en su pecho, con cuidado de no aplastar la rosa que seguía sosteniendo en mis manos. Me atrajo más hacia su cuerpo y sonrió contra mi boca, rozando nuestras narices de modo juguetón.

Ronald
-¿Ya le pediste disculpas a April?-le pregunté a mi hermano mientras nos dirigíamos a la Universidad.
-Uhum.
Jake estaba raro desde ayer. Como que estaba en otro mundo, totalmente paralelo a este. Apenas me había dirigido la palabra, a mí o a cualquier otra persona. Anoche cuando llegó al departamento cogió una cerveza de la nevera y se fue directo a su cuarto sin siquiera saludar.
-¿Pasó algo?
Simplemente negó con la cabeza, así que me di por vencido. Cuando estaba así era mejor dejarlo en paz.
Llegamos al campus y Jake aparcó el coche. Antes de llegar a la entrada del edificio vi algo que me hizo parar en seco. Amy reía, mostrando su linda sonrisa mientras le pegaba a Noah juguetonamente en el brazo. Ellos dos iban cogidos de la mano y después de que ella paró de reír, él le dio un rápido beso en los labios. Entrecerré los ojos mirando la escena y sentí la mano de Jake en mi hombro.
-¿Pasa algo?
-No.
-¿Entonces por qué los miras así?-Me giré hacia mi hermano.
-¿Recuerdas que el niñato ese haya tenido alguna relación seria hasta ahora?-Jake arrugó la frente y luego negó con la cabeza.-Exacto. Solo quiere a las niñas para jugar con ellas y ahora tiene la vista puesta en Amy..
-Es grandecita, sabrá cuidarse. Además no entiendo porque tanto alboroto...solo es una chica más que él se llevará a la cama.
Sí, y eso era exactamente lo que me hacía hervir por dentro.
-Es la mejor amiga de mi novia, por lo tanto es una amiga cercana y no quiero que ese payaso juegue con ella.
Jake se cruzó de hombros en un lo-que-tu-digas-hermano y empezó a caminar hacia su primera clase.