Capitulo 57

Nastia

-Deberías verte la cara-me burlé de Alan riendo.

-¿Acaso as visto la tuya?-respondió el devolviéndomela. Le saque la lengua mientras llegó su turno de reír.

En ese mismo momento estábamos en la piscina de mi casa los cuatro juntos. Luc y Eli estaban en el agua, el primero enseñando a nadar a mi amiga. Habíamos intentado que Alan le enseñase, pero acababan haciendo de todo menos nadar y yo no tenía paciencia, así que el único que quedaba era Luc. Ellos estaban en la parte baja de la piscina y a ambos se les veía de cintura para arriba.

Alan estaba embobado mirando a su novia que llevaba un biquini rojo, que aunque no desvelaba mucho, le quedaba asombrosamente bien y el color le daba un toque sexy. Yo también miraba a Luc con la misma mirada de idiota que tenía Alan en la cara...¿Pero que chica no se le caería la baba? Su cuerpo perfectamente tonificado-fuerte y con músculo pero sin pasarse- estaba bronceado y por su pecho se deslizaban gotas de agua que corrían por su torso desapareciendo en la cinturilla del bañador. Quien fuera gota de agua en ese momento...

Luc

-Joder, Eli, mira que eres torpe-dije entre frustrado y divertido-No tienes que pegarle un guantazo al agua, simplemente metes el brazo y lo mueves hacia atrás, como si estuvieses remando.

-¡Eso intento! ¿No lo ves?-se quejo ella.

-Pues no es que te esfuerces mucho-suspiré justo en el momento en el que Nate salía al jardín. Se paró al vernos en la piscina y entrecerró los ojos.

-¿Estás enseñándola a nadar?-preguntó yo asentí con la cabeza provocando que el soltase una carcajada-Buena suerte...la vas a necesitar.

Hubo unos segundos de silencio y y después miré a Eli.

-¿Que ha querido decir con eso?-pregunté alzando una ceja.

-Bueno...puede que el lo haya intentado...

-¿Que? Vale, dimito, lo siento-salí de la piscina- Vas a tener que ir con manguitos Eli, manguitos everywhere

Sin ni siquiera secarme camine hacía donde estaban Alan y Nastia, pero solo encontré a mi amigo sentado en una de las tumbonas y donde se suponía que debería de estar mi novia tan solo había una revista.

-¿Donde está Nastia?-pregunté con el ceño fruncido.

-Ha entrado a dentro para...yo que se, para algo-contestó Alan sin mirarme ni un solo momento ya que estaba demasiado concentrado mirando a Eli a la vez que se dirigía hacia ella.

Me encogí de hombros y entré en la casa. Ahora no me iba a poner a buscarla porque seguro que me perdía allí dentro. La casa de los Benidetti era realmente enorme y todo de muy buen gusto. Era raro que mi casa, que era ni si quiera una tercera parte de esta casa, pareciese mucho menos personal que esta. La casa de Nastia era como una casa de alguien de clase media pero a gran escala. Se podían ver que los muebles eran caros pero no eran muy ostentosos y fotos colgaban de todas las paredes. En la entrada había una de Nastia y Nate de pequeños con su padre en la entrada de una casa de los barrios bajos. Nastia y Nate eran completamente iguales de pequeños de cara y de altura solo que con la diferencia de que Nastia tenía el pelo largo. Ahora tenían rasgos parecidos, pero Nate era mas alto y facciones masculinas, y Nastia...bueno, todos sabemos que la pubertad se portó muy bien con Nastia. Entre a la cocina con paso relajado para tomarme un vaso de agua cuando vi a Nastia a cuatro patas con la cabeza metida dentro de un armario buscando algo. Ella estaba en biquini y su trasero estaba ahí como diciendo: "¡Mírame!" ¿Que le iba a hacer yo?

-¿Que buscas?-pregunté con voz ronca.

-¿Eh?-ella giró su cabeza para mirarme sin ser consciente de su postura y volvió a lo suyo-Creo que por aquí había patatas....

-Amm...claro...patatas...

Nastia

Me volví para mirar a Luc de nuevo y cuando me di cuenta.

-¿Me estás mirando el culo?

-¿Que?-dijo el disimulando-¡No! Él me estaba mirando a mi...

-Ya, claro-reí levantándome del suelo y acercándome a él pasando mis brazos por su cuello. Siempre salía con algo que me sacase una sonrisa-Es que eres muy guapo, ¿como no te iba a mirar?

-¿Verdad?-dijo el en broma-Tu si que me comprendes...

-Eres idiota...

-Si, pero soy tú idiota...-sonreí con dulzura y cogí su labio inferior entre mis dientes mordiéndole delicadamente. Él me devolvió el beso ávidamente y colocó sus manos a ambos manos de mi cara.

-Mmmm...me gusta mi idiota-murmuré en sus labios.

Luc siguió besándome, y yo a él, durante un buen rato hasta que el se separó jadeando.

-Nastia...mejor será que no continuemos o no me voy a poder parar después-confesó con las mejillas sonrojadas. Nada más decir esas palabras yo supe lo que quería-...ese biquini me está matando...

-¿Y si no quiero que pares?-me mordí el labio nerviosa por lo que acababa de decir.

-¿Estás segura?-preguntó. Veía preocupación en sus ojos, como si temiese que me estuviese obligando a hacer algo que yo no quisiese. Pero el caso es que yo lo estaba deseando.

-¿Tu estás seguro?-pregunté de vuelta.

-Yo lo estoy solo si tu lo estás-respondió mirándome a los ojos. Esas palabras me derritieron. Yo no era virgen pero me estaba tratando como si lo fuera y tenía que admitir que me gustaba que fuese tan atento conmigo

-No podría estar más segura.

Recorría mi cuello con suaves besos haciéndome reír mientras yo le guiaba a mi habitación. Cuando entramos dentro, cerré la puerta con pestillo y me puse frente a él.

-Bueno...-en ese momento no sabía que decir ya que estaba nerviosa, pero Luc ayudo juntando su boca con la mía.
No fue un beso de simples novios, tampoco fue un beso porque estaba excitado. Fue un beso que decía "pasemos toda una vida juntos" Fue un beso delicado que me daba la oportunidad de apartarme si aún no estaba preparada. Pero ni por asomo me iba a separar de él.
Me condujo con cuidado a la cama y me tendió en ella con delicadeza. Comenzó a hacer un camine de besos desde mi clavícula hasta la curva de mis pechos. Pasó una mano por mi espalda y tiró del nudo del biquini para deshacerlo.
Unos minutos más tarde ambos estábamos completamente desnudos el uno frente al otro. Estaba nerviosa mientras Luc se ponía el condón. Mis manos rodeaban su cuello y el me dio un ligero beso en los labios.
-¿Estás lista?-preguntó. No había dejado de ser atento conmigo y preocuparse por mi.
-Estoy lista.
Y sin dejar de mirarme a los ojos entró dentro de mi haciendo que los nervios se esfumaran para dejar paso a la pasión.

Luc
Acariciaba el pelo de Nastia mientras ella descansaba en mi pecho. Las sonrisas no se borraban de nuestros rostros. Había sido perfecto. Yo había tenido sexo con muchas chicas, pero, ¿hacer el amor? Nunca en mi vida. Ella levanto la cabeza y me miró a la vez que daba un beso en mi pecho. Esa imagen de ella despeinada y con esa mirada que salvaje y tierna que tenía en los ojos me había cautivado así que no pude evitar decir lo que dije, pero nunca me arrepentí.
-Si me equivoco es que te amo, pero, los dinosaurios siguen existiendo, ¿verdad?-ella abrió los ojos como platos pero pronto una sonrisa se formo en sus labios. Yo respiré aliviado cuando ella cogió mi cara entre sus manos dándome un beso en los labios y susurró un "te amo".