Capitulo 37

Nastia
Di una patada en la arena cuando vi alejarse a Eli y Alan juntos. Lo único en lo que podía pensar en esos momentos era en lo capullo que había sido Luc. ¿Quien le daba derecho a meterse en mi vida privada? ¡Encima no tenía ni idea de lo que hablaba! ¿Quien se creía el para juzgarme por mis actos pasados? Ni que él no hubiese cometido un error en su vida. Ivan me miraba con una sonrisa burlona desde unos metros de distancia. Ahora le odiaba mucho más que antes, ¿porqué tenía que decir nada?
Fui donde estaban Sam y Amanda y me desplome en la arena entre ellos dos.
-Hola-saludé con mala uva
-Ey-me devolvió Sam el saludo con el ceño fruncido-¿Pasa algo?
-No pasa nada-mentí-Tan solo quería estar con mis dos muy buenos amigos
En ese momento, Ivan se acerco a nosotros con una sonrisa triunfadora en el rostro, que me dieron ganas de borrársela.
-¿Te lo estas pasando bien, Nastia?-me preguntó burlonamente
-¿Porque no te vas a tomar un poco por culo, Ivan?

Luc
Le di otro trago a la botella. En esos momentos estaba realmente enfadado, aunque en el fondo, no tenía ninguno derecho de molestarme con Nastia. Era su pasado y yo no tenía ningún derecho sobre él, pero aún así estaba molesto. Volví a dirigir la mirada hacia donde estaba Nastia, unos metros más allá de donde estaba la gente de mi instituto. Vi a el capullo de Ivan con una sonrisa burlona mientras Nastia le gritaba algo. Justo con esa imagen, los motivos de mi enfado llegaron a mi mente como si los estuviese viviendo de nuevo.

La playa estaba abarrotada de gente, pero aún entre todo ese gentío, era imposible no fijarse en Nastia. Estaba vestida con unos shorts cortos vaqueros y una camiseta de tirantes con volantes. Daba saltos con un chica mientras sostenían un móvil en la mano y cantaban. Una risa se escapó de mis labios y cuando quise darme cuenta, yo iba directa hacía ella, hasta que alguien se interpuso en medio.
-Hombre, pero si es Puño de Acero-me dijo el chico al que le di un puñetazo. 
-Ivan, ¿cierto?-pregunté con una sonrisa falsa
-¿Que?¿Vas a ver a la guarra de Nastia?-dijo el tipo con una mueca. Ignoré que acababa de insultar a mi chica..Espera...¿Mi chica? Sacudí la cabeza confuso y retome la conversación.
-Enserio, ¿porque os lleváis tan mal vosotros dos?-pregunté, aunque tampoco es que me sorprendiera que a alguien le cayera mal este tipo, por que me estaba hinchando las pelotas.
-¿No te lo ha contado?-profirió una sonrisa burlona-Ella está enfadada porque la dejé...se ve que aún me quiere
-¿Qué?-dije apretando mis puños hasta que noté que un hilillo de sangre corrió por mi brazo, brotando donde me había clavado las uñas. ¿Nastia había salido con ese tipo? Ivan dio una palmada en mi hombro y se alejó. Me quedé un momento quieto en el sitio para después ir lo más rápido que pude caminando hacía donde estaba Nastia. Ella me vio cuando paré a su lado y dejo de bailar.
-¿Luc? ¿Que haces aquí?-preguntó con una sonrisa extrañada
-Podemos hablar a solas-la sonrisa se borro de su rostro al escuchar la seriedad de mi tono de voz
-Si, claro-se volvió hacia sus amigos y se despidió-Ahora vuelvo
Nos alejamos un poco de la fiesta yendo por la orilla del mar. Aún se escuchaba la música, pero no había mucha gente que pasase por aquí.
-¿Pasa algo?-preguntó confusa
-¿Saliste con ese capullo?
-¿Que capullo?-ella frunció el ceño
-¡No te hagas la tonta!-dije-¡Ivan! Ese capullo-ella se quedo en silencio y miró para otro lado. Empece a rezar para que lo negase, para que me dijese que ella no tenía nada que ver con ese tipo, por eso me sorprendieron sus siguientes palabras
-Bueno, si ¿y que?-levantó los brazos a modo de defensa-Fue hace tres años, es completamente historia
-¿Si?-pregunté irónico-El no dice lo mismo-pareció dolida justo después de que esas palabras saliesen de mis labios
-¿Le crees a él antes que a mi?-dijo alzando la voz
-Sólo dime una cosa, Nastia-dije empezando a no tener control sobre mis palabras-¿Le di un puñetazo por se un capullo o para calmar la ira de una novia resentida porque la dejaron?
-¡¿Qué?!-exclamó ella-Vete un rato a la mierda, Luc
-¡Quizás lo haga!-grité mientras ella se alejaba. Me sacó el dedo corazón sin darse la vuelta mediante desaparecía entre la gente.

Volví a la realidad cuando dejé de ver a Nastia y solo estaba el rubito, Sam, gritando a Ivan y cogiéndole por el cuello de la camisa. Quizá me había pasado un poco con Nastia, quiero decir, últimamente nos llevábamos bien y cuando fui a hablar con ella, no se había puesto hostil en ningún momento y yo había ido de malas, así que cuando no la vi por ninguna parte, decidí ir a buscarla para disculparme.

Nastia
Salí de allí antes de que Ivan saliese herido y escuché a Sam gritarle algo no demasiado agradable. Ya era de noche, así que nos me hizo difícil esquivar a la gente y cuando quise darme cuenta, estaba apartada de todo el mundo, escondida en un hueco entre las rocas, donde había arena. Me senté allí y miré el mar que se abarcaba hacía el horizonte y empecé a enterrar mis pies en la arena apoyando mi barbilla en las rodillas cerrando los ojos y solo escuchando el sonido de las olas romper contra las rocas.
-Ahí estas-dijo una voz irreconocible a mis espaldas-Te he estado buscando
-Vete
-Quería pedirte disculpas-comenzó-No debería haberme comportado así. Lo siento.
Me di la vuelta para descubrir a un Luc terriblemente arrepentido. Se pasaba la mano por el pelo como incontables veces había visto cuando estaba nervioso, o frustrado y esbozaba una pequeña sonrisa como esperando a que yo dijese algo para poder completarla. Volví dirigir la vista hacía el mar y dije en voz baja, aunque se que él me escuchó.
-Yo tampoco se porqué salí con ese capullo así que...-escuché a Luc suspirar y se sentó a mi lado
-¿Eso es que me perdonas?-preguntó mirándome con sus ojos verdes
-Nunca te había oído disculparte con nadie-dije con una sonrisa, porque me había sorprendido que hubiese venido a pedirme perdón. Él puso los ojos en blanco pero también sonrió-Así que creo que estás perdonado
-Menos mal-bromeó- No sabía cual iba a ser tu venganza y estaba realmente asustado
-Cállate-le golpeé ligeramente en el brazo-No soy tan mala
-Cuando quieres sí...-soltó una carcajada al ver mi el mohín que estaba haciendo- No te enfades
-No me enfado
-Lo siento-dijo
-Te he dicho que no me he enfadado-sonreí hacía el para que me creyera
-Digo por lo de antes...otra vez-su voz sonaba seria. Apoye la cabeza en su hombro para que viera que le había perdonado. No podía estar enfadada con el si se ponía así-¿Te puedo preguntar algo?
-Si-respondí-Otra cosa es que te conteste
-¿Porque os lleváis tan mal Ivan y tú?-respiré hondo y cerré los ojos
-No estoy preparada aún para responderte a esa pregunta-abrí los ojos cuando note sus manos en mi barbilla obligándome a mirarle
-No hace falta que contestes-pasó su dedo pulgar por mis labios-Sólo dime si tengo que partirle la cara o no
Sonreí con ternura ante esas palabras e iba a contestar, pero los labios de Luc se juntaron con los míos antes de que pudiese decir nada. Cerré los ojos y me deje llevar por el beso. Dejé de escuchar el sonido de las olas y la música de fondo dejándonos únicamente a Luc y a mi. Él sostenía con dulzura mi cara y rozó mis labios con la lengua para después introducirla en mi boca, y cuando se tocaron sentí chispas por todo mi cuerpo y dejé de tener el control sobre el mismo.

Luc
Noté que Nastia perdió el control sobre si misma cuando me tumbo en la arena y se subió a horcajadas sobre mi sin dejar de besarme. Separé mis labios de los suyos y empecé a besar su cuello mientras ella metía las manos por debajo de mi camiseta obligándome a despegar mi boca de su piel cuando saco mi camiseta por encima de mi cabeza. Cogí su cintura con mis manos y rodé sobre mi mismo para acabar encima de ella en la arena. Me estremecí cuando me arañó la piel de mi pecho y empezó esparcir un montón de besos por el mismo. Metí mi mano por debajo de su camiseta y ella arqueó su espalda cuando roce uno de sus pechos. Le quité la camiseta igual que ella había hecho con la mía y me quede unos segundos contemplando lo bien que le quedaba ese biquini que se con la arena, ya que tenían el mismo color. Ella cogió mi cara entre sus manos y me beso apasionadamente, juntando su caderas con las mías. Todo iba bien hasta que Nastia abrió los ojos como platos, mirando detrás de mi, y cuando di la vuelta, una ola se cernió sobre nosotros mojándonos enteros y llevándose nuestras camisetas. Nos quedamos en silencio, en esa misma postura. Ella con los brazos enlazados en mi cuello, debajo de mi, y yo sujetando una de sus piernas y con la otra mano sosteniendo mi peso.
-Oh...Dios...-dijo Nastia apartando su pelo mojado de la cara, mostrando sus ojos azules. Creía que me iba a apartar me me sorprendió soltando una carcajada-Se ha llevado nuestras camisetas...-no puede evitar contagiarme de su risa.