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Capitulo 20


Elizabeth
Resoplé y me quité el pelo de la cara. Nate no paraba de dar vueltas de aquí para allá en la enorme pista de skate. Era muy bueno en eso, nadie se lo podía negar. Llevaba unos pantalones cortos holgados, a pesar de que hoy no era un día muy caluroso, con una camiseta de manga corta azul bastante ancha.
A nuestro alrededor había por lo menos seis rampas. Más de veinte adolescentes daban vueltas con su skates, intentando hacer nuevos movimientos.
Nate levantó su skate con un ligero movimiento del pie, atrapándolo en su mano y colocándolo debajo de su brazo. Comenzó a andar hacia mí y cuando estuvo a mi lado se apoyó en la barra de hierro dándome un suave codazo en el hombro.
-¿Aburrida enana?
-¿Yo?-dije mientras me señalaba con mi propio dedo.-¿Tendría que estarlo? Por lo visto todos os olvidáis de mí...
Nate soltó una carcajada al entender a qué me estaba refiriendo. Miré a la derecha, observando a Nastia que llevaba más de media hora hablando por teléfono. Sus vaqueros negros se ajustaban a su figura y la corta camiseta mostraba parte de su cintura. Ella no paraba de dar vueltas con el teléfono en su oreja.
Luego miré a mi izquierda. Amanda estaba apoyada contra la pared del edificio, con sus brazos alrededor del cuello de Sam. Estaban teniendo un momento bastante acalorado.
Volví mi vista hacia Nate, que ahora estaba escribiendo un mensaje. Me di cuenta de que tenía una enorme sonrisa en la cara. Cuando él acabó de mandar el mensaje, guardó su móvil en el bolsillo y me miró.
-¿Y esa sonrisa?-le pregunté levantando una ceja.
-Métete en tus asuntos enana.-luego estiró la mano y me alborotó el pelo, saliendo corriendo en su skate.
Resoplé enfadada y me pasé las manos por el cabello, intentando volver a peinarlo. Nastia llegó dando saltos y se apoyó en la barra, a mi lado.
-¿Acabaste?
-Siiii.-toda ella irradiaba felicidad y yo le sonreí mientras ella se preparaba para contarme la llamada que había recibido.-Era Alessandro . Mi primo de Italia, ¿le recuerdas?-hice un esfuerzo por recordarle y asentí.-Bueno, ¡pues viene a España!
-¿En serio?
Todavía le recordaba, a pesar de que yo era muy pequeña la última vez que le vi. Creo que tenía unos nueve años. Aless en ese entonces era un niño dulce. Durante el verano que pasó aquí de vacaciones él y yo nos hicimos muy bueno amigos, aunque yo no le veía solo como a un amigo. Con sus ojitos azules y su pelo rizado y moreno enamoraba a cualquiera. Me preguntaba como era ahora. Definitivamente había crecido...¿se habría transformado en un rompecorazones? o ¿era un estudiante ejemplar?
-¡Si! Estará aquí en unos días.
-Vaya...
Sam y Amanda se acercaron a nosotros y Nastia se cruzó de brazos imitando a una madre controladora.
-¡Ustedes, jovencitos! ¿Qué estaban haciendo ahí?-dijo señalando con la cabeza la pared del edificio.
Noté como Amanda se sonrojaba ligeramente y miraba al suelo mientras que Sam le pasaba un brazo por la cintura y la atraía hacia él.
-¿Está prohibido amar, "mamá?-le preguntó Sam reprimiendo una sonrisa.
-Claro que no amores...-dijo ella mientras se acercaba a ellos y les abrazaba.
"¿Qué le pasa?" me preguntó Sam moviendo los labios silenciosamente mientras fruncía el ceño. Me encogí de hombros divertida. Obviamente Nastia estaba feliz con la noticia de qué su primo pronto estaría de en España.
Miré más allá de ellos, a las rampas. Nate estaba descendiendo por una con su skate y luego volvió a subir. Arriba dio un salto y agarró la placa en el aire, dándose una vuelta y volviendo a bajar. ¡Dios mío! No me gustaba nada todo esto. Era muy peligroso.
Cuando miré a mi derecha mi pulso se aceleró. Luc, Alan, James, Cal y Andrew parecían guerreros romanos cuando entraron en las pistas. Todos eran atractivos y musculosos e inspiraban temor.Típicos chicos malos, pensé. Aunque ahora que conocía mejor a los de que me tocaba cuidar sabía de sobra que no eran lo que aparentaban.
Luc tenía un enorme corazón y aunque siempre intentaba no mostrarlo, era un chico realmente dulce. Alan, sin duda tenía un instinto protector hacia las personas que quería, pero era un imbécil. Recordé que estuvo saliendo con Mónica Godden. ¡Madre mía! ¿En serio que no se había dado cuenta de todas las veces que la chica le puso los cuernos? Nastia me solía hablar sobre ella. Decía que era una zorra con mucho dinero.
La mirada de Alan y la mía se cruzaron y por un momento sentí un escalofrío. Recordaba sus labios sobre los míos. No me había gustado que me besara, más que nada porque estaba borracho, pero eso no quiere decir que no hubiese notado sus labios. Los recuerdo perfectamente: suaves, húmedos y apetecibles.
Negué con la cabeza. ¡No! Definitivamente Alan era la última persona en la que debería pensar. Pero él no pensaba lo mismo, porque tocó el brazo de Luc y este entrecerró los ojos hacia nosotras. Luego ambos empezaron a caminar y cuando Nastia se dio cuenta de que mi mirada no estaba centrada en ella se dio la vuelta.
-Hombre, mira a quien tenemos aquí.-dijo Alan con su usual voz ronca.
-¿Qué hay?-dijo Luc. Creo que en realidad solo me lo dijo a mí, porque ni siquiera se dedicó a mirar a Nastia. Me encogí de hombros.
Como si alguien le hubiera avisado, Nate apareció, poniéndose a mi lado y pasando su fuerte brazo por mi cintura. Hizo un gesto con la cabeza, saludando a los dos chicos y ellos lo imitaron.
-Desde el día del partido de fútbol no os volví a ver.-dijo Nate mientras se acercaba más a mí.
En mi interior tenía unas tremendas ganas de reírme. El motivo era la cara de Alan. Era difícil de explicar. Obviamente no podían ser celos, pero si odio hacia la persona que ahora mismo tenía su mano situada en mi cintura.
-Bueno, nosotros tampoco. Solo vimos a tu hermanita y a tu novia.-le contestó Alan.
El sonido del móvil de Nate interrumpió el silencio. Otro mensaje. Le miré seriamente y a él pareció divertirle mi expresión.
-No seas celosa, anda.-dijo cogiendo un mechón de mi pelo y jugando con él.-Si sabes que a ti nadie te supera en...
-¡Nate! ¿Por qué no vamos a ver si estos han acabado?-dijo Sam inclinando la cabeza hacia las pistas. Mentalmente le agradecí, pero me acerqué al oído de Nate y le susurré.
-No vuelvas a intentar ningún jueguecito socio, ¡qué yo también puedo hacerlo!
-Adelante...-me susurró él de regreso.
Lo siguiente que supe fue que Nate tomó mi cara en sus manos y juntó sus labios a los míos, rozándolos suavemente. Llevó ambas manos a mi cadera y me atrajo hacia él, dándome un último roce. Luego se separó y me sonrió.
-Creo que alguien está muy celoso...-me susurró con cautela al oído.
Cuando él se fue con Sam, Nastia y yo nos quedamos solas con los chicos. ¡Nunca me había besado con Nate! ¡Él y yo solo éramos amigos! Y eso lo sabía de sobra, ninguno de los dos tenía ningún tipo de sentimiento por el otro. Pero eso no significaba que esta escena no me haya cogido por sorpresa. Me pasé la lengua por los labios, solo para mirar después a Alan y descubrir qué Nate tenía razón.
-Parece que te lo pasa bien,¿eh?-me preguntó Alan.
-Hombre, es qué él si que sabe besar.
Para cabrearle aún más llevé el dedo índice a mis labios y sonreí. Sabía que había herido su orgullo masculino y eso me alegró.
En ese momento Alexia apreció delante de nosotros. Tenía el pelo muy corto y de un pelirrojo ardiente. Llevaba un pequeño top que solamente cubría su pecho, dejando ver una tripita plana con un piercing azul. Usaba unos pantalones negros bastante anchos junto con unas deportivas nike. Cuando se acercó a nosotras ella y Nasti chocaron las palmas y se sonrieron.
-¿Qué hay pillina?-preguntó la chica mientras masticaba un chicle de color rosa.-¡Eli cuanto tiempo!
Nos abrazamos y ella se dio cuenta de la presencia de los dos chicos. Los miró sin descaro de arriba a abajo y se pasó la lengua por el labio inferior.
-¿No nos presentas?-le preguntó Luc a Nastia. Ella esbozó una falsa sonrisa e hizo las presentaciones.
-Alexia, estos son Luc y Alan. Nosotras somos sus niñeras. Sus padres nos pagan por cuidar sus traseros.-dijo divertida. Alexia soltó una carcajada y ambos chicos casi matan a mi amiga.
-Y a mi no me cabe duda que también lo haríais si no os pagaran.-Nasti y yo la miramos entrecerrando los ojos y los chicos sonrieron ampliamente.-Oye chicos, ¿venís mucho por aquí?
-Hombre, ahora podríamos venir más a menudo-le contestó Luc guiñando un ojo. Nastia hizo un gesto de asco con su boca y rodó los ojos.

Alan
Luc y yo nos separamos y buscamos a nuestros amigos. De vez en cuando miraba en dirección a Eli y siempre la veía bien abrazada a su novio o dándose pequeños besitos en las mejillas. Alexia caminó hasta nosotros, moviendo sus caderas y se pegó junto a Luc. Levanté una ceja y le sonreí a mi amigo. Él y Alexia comenzaron a hablar y mientras que los minutos pasaban se hacían cada vez más "amigos". Luc pasó su brazo por la cintura de la chica y esta le sonreía divertida. Al menos uno de nosotros estaba teniendo un buen rato.
-Pareces un acosador.
-¿Perdona?
No entendía lo que James me decía. Él le dio un sorbo a su coca cola y señaló con la mano a Eli.
-Deja de mirarla.
-No la estaba mirando.
-Ya, claro...-Resoplé y negué con la cabeza.-En serio Alan, fuera coñas. ¿Te gusta la niñera?
-¿Qué?¡No!
-A ver...-se volvió hacia mí-Yo no te juzgo, la chica está buena, pero en serio, si te gusta ¡díselo! O si no, ¡deja de actuar como un maldito acosador!
-¡Yo no estoy acosando a nadie!
-¿Qué pasa aquí?-ambos nos giramos para ver a Nastia intrigada.
-Nada...-dije mirando hacia otro lado.
-¿A quien acosas Alan?-preguntó ella.-Espero que no sea a la zorra de Godden. Chaval, esa tia no te merece, ni a tí, ni a ningún tío.
-Paso de ella,¿vale?
-¡Perfecto!-ella sonrió satisfecha y se giró, caminando lejos, hacia Elizabeth.

3 comentarios:

  1. Nate tomó mi cara en sus manos y juntó sus labios a los míos, rozándolos suavemente. Llevó ambas manos a mi cadera y me atrajo hacia él, dándome un último roce. Ohh enserio este si que me ha gustado de verdad,me encanta por fin mi Nate y mi Eli son una monada:)y Nastia..vaya celosa eh?

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  2. Alaaa alaaaa, que celosos es Alan... Si las miradas matasen... Y Luc, ¡por dios! ¿como puede irse con Alexia si se nota que le gusta Nastia? Ahhh dios mio... Espero que Alan siga en consejo que le dió James. Besooos

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  3. Mejor imposible,me encanta cuando le dice Creo que alguien está muy celoso... Un saludo guapo =)

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