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Capitulo 1


Nastia
Sonaba mi móvil la canción de Girl on Fire de Alicía Keys, el tono que le había puesto a Eli, mi mejor amiga. Yo acababa de salir de la ducha con lo que tenía el pelo empapado y tan solo una toalla enrollada al cuerpo. Busque mi teléfono, entre la ropa que había dejado en la silla, todo lo rápido que pude, antes de que Eli me colgase. Cuando lo encontré pulse el botón verde.

-Me estaba duchando, guarrilla -le dije riendo

-¡Tengo noticias! Espera, ¿guarilla?-supe que estaba frunciendo el ceño cuando preguntó eso. Sonreí

-Noticias, decías que tenías noticias-reí

-¡Si! ¿Te acuerdas de la pareja a la que le di mi numero para el trabajo de canguro?-asentí. Ella no podía verme pero no hacía falta, nos conocíamos demasiado bien-¡Me han contratado para cuidar a sus hijos!

-¿Cuantos?-pregunté con una mueca. A mi, eso de cuidar de lo niños de otras personas…bueno, los niños en general no me gustaban. Sabía que tramaban algo detrás de esas sonrisas inocentes. Pero si Eli quería hacer eso, era su decisión, no la mía.

-¿Cuantos qué?-preguntó confusa
-¿Cuantos niños?
-Creo que dos…no lose
-¿Dos? ¿Edad?
-¡Te digo que no lo se!
-Vale, vale, que susceptible- me reí- ¿y cuando empiezas?
-¡Hoy!
-¿Hoy?-pregunté con voz triste- quería ir al centro comercial a comprarme unos zapatos…
-¿Hoy?-sentí que ella también quería ir-¿no puede ser otro día?
-No creo…
-Es que necesito el dinero para viaje, Nasti…
-Te he dicho que si quieres te lo pago yo- tenía mas que suficiente para pagar el viaje de todos mis compañeros de clase, que no eran pocos.
-Sabes que quiero pagármelo yo misma, suficiente que me quieras renovar el vestuario cada vez que vamos de compras-contestó riendo
-¡Me dirás que la ropa que te compro no te gusta!-dije riendo también
-Claro que me gusta, pero es muy cara y no me puedes estar pagando todo. Es algo que quiero hacer por mi misma ¿de acuerdo?- no insistí, sabía que Eli era muy orgullosa y le gustaba hacer las cosas por si misma.

Aunque mi familia fuese asquerosamente rica, yo no me sentía como tal. Normalmente dicen que los ricos son avariciosos, ególatras y se creen los mejores, pero eso en mi familia no ocurría. Mis padres se habían criado en los barrios bajos, y mi hermano Nate y yo también vivimos ahí hasta los 8 años, cuando mi padre creó su propia empresa y se internó en el mercado laboral. Empezó a ganar más y más dinero llegando al punto en el que nos encontrábamos hoy, teniendo un montón de dinero y aún aumentando la suma.

Por ese motivo a mí me gustaba gastarme el dinero en los de más. Invitaba a mis amigos siempre que íbamos a comer a un sitio, les compraba por su cumpleaños la cosa que querían por muy cara que fuese, cuando me encontraba un vagabundo en la calle le daba todo el dinero en efectivo que tenía en mi cartera. Me gustaba compartir, porque por muy rica que fuese, no sentía que me mereciese ese dinero.

-Bueno, ya me dirás que tal de canguro. Adiós nena-me despedí

-Adiós Nastia

Llegué al centro comercial con unos pitillos morados y una camiseta de hombro caído verde mar junto con unos botines negros de tacón plano. Me había secado el pelo al natural, ni planchas, ni rizadores, no me gustaba el hecho de quemar mí pelo. Me compre las "Hunter" de color negro, que quería comprármelas hace meses pero que no surgió la ocasión y una camiseta de tirantes rosa que estaba cortada con un agujero en la espalda en forma de corazón. 

Quise ir a la tienda de chuches a comprarme algo pero me detuve al ver al dependiente. ¡Menudo partido! Dí media vuelta y me dirigí al los aseos de señoras para retocarme un poco para impresionar al chuchero...¿Se dice así?

Entre y me pinte la ralla de arriba en el ojo y me puse rímel. Estaba guardado el maquillaje cuando escuche unos tacones fuera de los baños. Acto seguido note un tirón en mi brazo que apenas me dio tiempo a coger el bolso y mis compras. Alguien me metió en una de las cabinas del baño y me tapo la boca con la mano. Estaba asustada, empece a moverme para intentar liberarme pero el desconocido era mas fuerte.

-Shs, tranquila, no te voy a hacer daño-me susurró al oído. Era un hombre. Lo noté en su voz y por la colonia de Calvin Klein que usaba. Dios mío, me encantaba que los chicos usasen esa colonia. ¿Y tenía que llevarla el secuestrador presunto violador? Le pegué un pisotón en el píe y el gimió, pero no me soltó. 

El mismo traqueteó de tacones sonó, pero esta vez dentro del baño.

-¡Luc! ¡Luc! ¿Donde estás?-preguntaba una voz irritada femenina. Se oía como la chica abría las puertas de las cabinas y el desconocido, que supuse que sería ese Luc, apretó su agarre. Vi los tacones de la chica debajo de nuestra puerta y Luc se subió a la taza del water- ¡Luc! ¡se que estás ahí! ¡SAL AHORA MISMO!-grito la chica, que me empezó a parecer una psicópata, aporreando la puerta de nuestra cabina.
-Di que está ocupado-volvió a susurrar en mi oído provocándome un escalofrío. Retiro la mano poco a poco con miedo a que yo gritase. Murmure un "¿Que?" y él lo volvió a susurrar lo mismo.

-Está ocupado-dije, sin saber porque, en vez de gritar pidiendo ayuda. La chica dejo de aporrear la puerta y bajo la voz

-¿No hay nadie contigo?

-¿Por que iba a haber alguien conmigo? ¿Te parezco una puta o algo?-le pregunté a la defensiva para que se marchara

-¡Bueno, te relajas! ¿eh?- el traqueteo de tacones se fue alejando de nuestra puerta hasta salir de los baños. El tal Luc suspiro y aflojo su agarre, con lo que aproveche a darle un codazo en el estomago. Soltó un gemido y se retorció soltándome. Me di media vuelta y contuve el aliento. Este estaba mucho mejor que el dependiente. Tenía el pelo rubio oscuro muy corto y unos ojos verdes preciosos. La mandíbula bien marcada y un cuerpo…madre mía que cuerpo… 


Luc

El dolor se extendía como millones de agujas en mi estomago. La chica me había dado fuerte aún teniendo un cuerpo que parecía tan frágil. Ella, salió como un torbellino de la cabina y se dio la vuelta hacía mi.

-¡¿Tu eres idiota o que te pasa?!-me gritó


-Eh, tranquila, relájate-le aconsejé riendo. La chica estaba resoplando y la mire de arriba a bajo. No estaba nada mal…pero que nada mal. Llevaba unos pitillos morados tan ajustados que estaba seguro que si metías una moneda en el bolsillo de su trasero sabrías de que valor es. La chica se cruzo de brazos realzando su pecho y cuando mire su cara, sus ojos azules echaban chispas. Tenía el pelo castaño y ondulado. No parecía que se hubiese esforzado mucho en arreglárselo, pero igualmente le quedaba bien. 

-¿Qué este tranquila?-me preguntó sarcástica- No se si sabes que este es el baño de chicas, ¡y no puedes coger a alguien por detrás y esperar que se relaje! ¡Esto se podría considerar un secuestro!

-¿Secuestro?-esta chica me empezaba a cabrear- ¿Quien te querría secuestrar a ti?-ella estrecho los ojos y puso los brazos en jarras-Bueno niña pija, relajare porque no te voy a hacer nada, solo intentaba librarme de la chica esta- aclare señalando a la puerta. Aunque no sabía porque le tenía que aclarar nada.

-No. Soy. Una. Pija-dijo con un tono, que, admitámoslo, acojinaría a mas de uno. Menos a mí, pero no evito que me sorprendiese por ese tono de voz.

-Bueno chica, ¿eso que llevas en la bolsa no son unas "Hunter"?
-¿Y que pasa si quiero comprarme unas botas de buena calidad?¿No puedo o qué?-la chica tenía carácter y me gustaba. Podría llegar a ser muy divertido.
-Lo que tu digas…Por cierto, soy Luc, aunque eso supongo que ya lo sabes-le tendí la mano por ser cortes- ¿Y tú?


Me miro la mano y después dirigió la vista a mis ojos. Estuvimos unos cuantos segundos y me sorprendió que no apartase la mirada. Volvió a mirar mi mano.

-No tengo porque decirte mi nombre- profirió una sonrisa falsa, cogió sus cosas y se largó ignorando mi mano. Eso, me cabreó bastante, pero no impidió que mirase su bonito trasero mientras se marchaba.
Cogí el teléfono móvil y llame a Alan, mi mejor amigo. Espere mirándome al espejo hasta que al fin lo cogió.
-Dime Luc, estoy ocupado.

-Tío-le dije- no tenía suficiente con que me persiguiese la loca de Laura, para encontrarme con una histérica en los baños…


Nastia
-Dime Nasti, estoy llegando al trabajo así que rápido- me dijo Eli cuando la llame al móvil.

-Necesito hablar contigo-le pedí. Se escucho un silencio, que entendí que podía seguir hablando- Me he encontrado con un idiota en los baños...

1 comentarios:

  1. Diooos!! me encanta, me he enamorado de la historia en el primer capitulo. me encantan este tipo de historias! Te lo he dicho por mensaje privado y te lo repito, avisame!!
    Un besazo!
    http://rastreadoresdedragones.blogspot.com

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