Seguidores


·EPÍLOGO· Luc y Nastia


Nastia
Luc se puso bizco haciéndome reír silenciosamente.
No podíamos hacer ruido. Yo intenté tocarme la nariz con la lengua, sin resultado, haciendo que Luc tuviese que mirar hacía otro lado para no reírse de mi. Cuando me volvió a mirar, disimuladamente me señaló unos de los bancos de la iglesia.
Seguí la dirección de su dedo y vi a uno de los invitados dormido en el banco con la boca abierta y mirando hacía arriba. No pude evitar que un sonido saliese de mi garganta al intentar contener la risa. El sonido se volvió un gemido suave cuando el codo de Eli impactó contra mis costillas.
-¿Quieres dejar de hacer caras con Luc y prestar atención a la ceremonia?-me reprochó en un susurro. Yo simplemente le señale al señor del banco. Eli sonrió unos segundos y después fingió estar seria-No es gracioso, Nastia. Y pensar que tienes ya diecinueve años...
-Eh, yo no soy la que se ha puesto en mitad del pasillo por donde tenía que pasar la novia a fornicar con su churri-le reproché yo. A ella se le subieron los colores y yo sonreí satisfecha. Me alegraba que Alan estuviese de vuelta.
Volví a centrar mi atención en la ceremonia de Sam y Amanda...Hacían una pareja tan...tan perfecta. Siempre lo dije desde el primer momento en que los vi juntos y aún no eran pareja. Pasaba el tiempo tan rapido...Amanda estaba preciosa con su vestido de novia, y estaba agradecida de que los vestidos de las damas de honor no fuesen horribles, como hacían muchas veces las novias.
 Cuando Amanda había entrado en la iglesia del brazo de su padre, la cara de Sam había sido completamente un cuadro. Tenía una cara de tonto y enamorado que no se la quitaba nadie, y el traje le sentaba de cine. Dos de mis mejores amigos se cansaban.
Miré a los padrinos. Nate, Alan y Luc vestidos de traje con las manos a sus espaldas y mirando al frente. Mi chico me guiño un ojo y yo le sonreí. Estaba tan sexy con traje.
 ¿Quien iba a pensar que Alan y Luc serían los padrinos de la boda de Sam? Recuerdo perfectamente cuando se conocieron se querían partir la cara y no se podían soportar, y ahora, eran mejores amigos y cuando nuestros chicos no estaban con nosotras, se pasaban el día con Nate y Sam...Era asombroso lo que cambiaban las cosas.

Después de la ceremonia nos fuimos todos al banquete y cuando el primer baile de casados de Sam y Amanda terminó, fui a hablar con ellos.
-Hola, tortolitos-les salude.
-Hola, pequeña- Sam correspondió al saludo
-Gracias por todo, Nastia, a ti y a Nate-me dijo Amanda poniéndose una mano en la boca. Mi hermano y yo habíamos decidido correr con todos los gastos de la boda y nuestros padres habían estado de acuerdo.
-Amanda, se que estás casada, soy una de las damas de honor, no hace falta que me enseñes tu anillo-reí por la manera estratégica en la que enseñaba a todos su anillo poniéndose la mano en la boca-Y creo que el resto de los presentes también lo saben
-Es que es tan bonito-se limito a responder con una sonrisa. El anillo lo había pagado Sam con su dinero, sin la ayuda de nadie. Puede que no fuese el más caro pero si el que más significaba para ambos.
-Es precioso-admití. Se les veía tan felices juntos
-Tengo hambre...-se quejó Sam
-¿No habéis comido?-pregunté. El banquete había sido delicioso.
-Entre que la gente nos venía a felicitar y hablar con nosotros...no hemos comido nada-se quejo esta vez Amanda.
-Tranquilos, en la limusina, cuando os vayáis a la luna de miel, hay comida-le susurré. A ellos se les iluminaron los ojos.
-Gracias, pequeña, de verdad-dijo Sam- Si me disculpas, Nastia-beso en la sien a Amanda-Voy a sacar a mi mujer a bailar otra vez...-hizo una pausa con cara pensativa y sin moverse del sitio-...Mi mujer...Que bien suena eso, ¿verdad?
Reí con Amanda dejándoles vía libre para bailar. Viéndoles tan felices en la pista, al rededor de otras parejas, ellos resplandecían dejando en las sombras a lo demás.
Los únicos que les hacían un poco de competencia, aunque no les llegaban ni a la suela de los zapatos a los felices novios, eran Alan y Eli.
Noté un toquecito en mi hombro y me giré.
-Me permite este baile, señorita-pidió Luc haciendo una reverencia. Yo reí divertida y cogí la mano que me estaba ofreciendo.
-Por supuesto, caballero
Era una pieza lenta así que pasé los brazos por detrás de su cuello y el puso sus manos en mi cintura. Me dio un besito en la nariz y sonrió.
-¿Te ha gustado la ceremonia?-preguntó
-Si, aunque algún día quiero ir a una boda en la que digan "No quiero"-respondí haciendo que soltase una carcajada.
-Estaría bien...A lo mejor si Ivan y Mónica se casan podemos ir a ver si ocurre-bromeó. Reí con él.
Ivan y Mónica habían empezado a salir varios meses atrás.
A ella su padre la había desheredado por su comportamiento inadecuado y había dicho en una entrevista que era la vergüenza de esa familia.
No se como surgió la relación, pero apostaría que solo empezaron a salir juntos porque como no nos podían soportar, y Alan y yo éramos sus ex, pues para fastidiar decidieron salir juntos. Lo que ellos no sabían eran las tardes que nos habíamos tirado riendo y inventándonos chistes sobre ellos y su relación. A costa de ellos nos habíamos echado unas risas.
-Mira que felices están Alan y Eli-bailaban unos metros más alejados que nosotros abrazados. Eli había sufrido mucho el último años echando de menos a Alan, pero sabía que mi novio también había echado de menos a su mejor amigo.
-Si...él y yo tenemos mucho de que hablar-dijo y levantó una ceja como para pedirme permiso
-No
-¿Por qué?-preguntó con carita de cahorrito
-Porque entonces seríamos el centro de atención y hoy es el día de Sam y Amanda-me limité a responder
-Pero mañana...
-Mañana Eli y Alan van a tener que recuperar el tiempo perdido-aclaré
-¿Y cuando quieres que se lo digamos?-preguntó un poco molesto y bajo el tono de voz para que solo escuchase yo-¿Cuando estemos en el hospital porque hayas roto aguas?
-Por lo menos esperemos dos meses más cuando no haya peligro de...de perderlo-dije con voz entrecortada. El se puso pálido.
-No vamos a perderlo-respondió parando de bailar
-Eso nunca se sabe, Luc, en los primeros meses es muy fácil
-Pero a nosotros no nos va a ocurrir
-No nos va a ocurrir-dije dándole beso. El cogió mi cara entre sus manos y lo intensifico.
-Te quiero-me susurro
-Te quiero-contesté. El toco mi barriga y yo sonreí
-A ti también te quiero, pequeña-dijo a mi con su frente apoyada en la mía y hablando con mi barriga
-Pequeño-corregí
-¿Como?
-Que va a ser pequeño, no pequeña. Es un chico.
-¿Que? No, es una niña-discutió
-Es un niño
-Es una niña
-Es un niño-defendí mi opinión. Estás peleas se habían vuelto muy comunes cuando nos enteramos hace dos semanas de que íbamos a tener un bebe.
-Bueno, a lo mejor son mellizos, ¿eso es hereditario, no?-preguntó con una sonrisa
-Si, a lo mejor son mellizos-sonreí con ternura pensando en ello
-Si son niñas y tan guapas como tú, les vamos a tener que comprar un cinturón de castidad y no quitárselo por lo menos...hasta los treinta años.
-¡Luc!-le reproché
-¿Que? Los tíos pueden ser muy capullos...
-Anda, ven aquí tonto-le cogí de la corbata y le bese con avidez- ¿Sabes que me vuelves loca?
-Yo si que estoy loco por ti.

Fin         



3 comentarios:

  1. Oh dios. P E R F E C T O. no hay más palabras *3*
    Enhorabuena de nuevo por esta historia. Besos!!!!

    ResponderEliminar
  2. Felicidades por la historia,no podía tener un mejor final ^^.Sois unas grandes escritoras seguir así y tendréis un gran futuro por delante.Esperare con ansias la siguiente historia,seguro que sera tan buena como esta.Besos =)

    ResponderEliminar
  3. La empecé a leer hace relativamente poco pero me encantó y me teniais totalmente pendiente del blog los días de subida :P
    Enhorabuena por la historia, el final...Perfecto.
    Seguid escribiendo porque llegareis lejos.
    Besos :D

    ResponderEliminar

 

¿Cuál es tu chico favorito?

¿Y chica?

Personajes secundarios. ¿Quién te gusta más?

¿Cuál es tu chico favorito?

¿Y chica?