Capitulo 29

Nastia

Cargábamos nuestras mochilas en el coche mientras nos preguntábamos mentalmente porque nos habíamos metido en este lío. Cuando la señores Thompson nos invitaron a ir de camping a la montaña con ellos, al principio me pareció buena idea, es decir, ¡Adoro los camping! Pero ahora no me parecía tan buena. No después de darme cuenta de que también iríamos con Alan y Luc, ya que el primero lo había invitado, y que compartiríamos tienda de campaña. ¡Compartiríamos tienda de campaña! Vale que estaríamos separados por una cremallera, pero es solo una cremallera.
Subimos al coche, uno familiar que tenía nueve plazas. Delante iban los padres de Alan, en el medio iban Luc, Alan y Jake, y atrás del todo estábamos Eli, Ronald y yo. Al parecer, esto de ir de camping con la niñera era algo que hacían todos los años con la antigua niñera, Beatrice, la primera de todas y a la que no hacían la vida imposible. El coche arranco y a los pocos minutos, caí en los brazos de Morfeo.
Eli me despertó cuando llegamos a nuestro destino. Pararon el coche en la parte llana de la montaña y empezamos a subir cada uno con nuestros respectivos equipajes. Solo íbamos a estar dos días así que llevábamos mochilas cómodas de llevar, con solo lo imprescindible en ellas. Había cargado mi móvil toda la noche y estaba apagado para que lo pudiese usar cuando fuese necesario. Después de mucho subir llegamos a una zona donde podíamos montar el camping.
-¿Que os parece aquí?-preguntó Tom, el padre de Alan
-Esta bien-dijo Alan a pesar de que su cara mostraba que quería estar en cualquier sitio menos aquí. Los demás asentimos y dejamos nuestras cosas a lado de una roca y miramos alrededor
-Mientras nosotros montamos las tiendas-dijo Yerlinda Thompsom refiriéndose a su marido y a los gemelos-Vosotros buscáis provisiones. Un grupo que vaya a por leña y otro a por comida.
-¿No habéis traído comida de casa?-preguntó perplejo Alan
-Te lo digo todos los años, hijo ¡Es más divertido así! ¿Que gracia tendría entonces venir aquí?-Alan masculló algo incomprensible-Hay bastantes arboles con fruta y un lago donde podéis pescar...
-¿Pescar?-pregunté emocionada-¡Que guay! ¡Pido ir a por comida!-Luc, Alan y Eli me miraron como si estuviese loca-¿Que?-susurré para ellos. Pusieron los ojos en blanco como si lo hubiesen planeado y yo hice morritos
-Pues nosotros recogemos leña-declaró Alan refiriéndose a Eli y a él
-¿Que? No. Yo voy con Nas....-no llegó a terminar de pronunciar mi nombre cuando Alan la cogió de la mano y la arrastró a trabes del bosque. ¡Santa mierda! ¿Ahora tendría que ir con...? Mire a Luc, que me miraba, con caña de pescar en mano y una sonrisa triunfante en la cara. Maldije por lo bajo y me alejé con él.

Luc
No me podía creer que Nastia estuviese sexy incluso con unos pantalones cortos de deporte y una camiseta ancha. Cuando ya estuvimos bastante lejos del campo, decidí romper el silencio que se había forjado entre nosotros.
-¿Te parece "guay" pescar?-pregunté esceptico
-¿A ti no?-dijo en respuesta como si acabase de hacer la pregunta más tonta del mundo
-Bueno, tienes que tener paciencia, y no veo que tengas muchos de eso-intenté picarla
-¡Si tengo paciencia!-dijo irónicamente perdiendo la paciencia. Ella se dio cuenta e hizo un mohín
-También estás un poco loca-¿quien demonios está tan emocionado yendo de camping como ella? Sin duda, los locos
-¡No estoy loca!
-Temo que si, te has vuelto loca, demente, chiflada, pero te diré un secreto, las mejores personas lo están...-dije recitando de memoria. Ella me sonrió como una niña a la que le acaban de dar una piruleta
-Alicia en el Pais de las Maravillas-me miro con ojos brillantes-Me encanta...Pero es que a mi no mí no me gusta tratar a gente loca-sonreí divertido ante su contestación
-Oh, eso no lo puedes evitar. Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estas loca
-¿Como sabes que yo estoy loca?
-Tienes que estarlo, o no habrías venido aquí
Nos miramos sonriendo y unos segundos después estallamos en carcajadas. A lo mejor yo era un friki de las películas y me sabía los guiones de memoria, pero parecía que ella también. Respiré hondo y solté lo que hace mucho quería decir
-Parece como si me estuviese evitando desde lo de la fiesta...-ella me miró un segundo y bajo la mirada fingiendo que quería esquivar una rama
-No te evito...
-Ya, claro...-dije poniendo los ojos en blanco-¿Te has dado cuenta que el "Ya, claro..." se esta volviendo muy habitual en nuestras conversaciones?
-Idiota-dijo aparentando estar sería pero una de las esquinas de su boca se elevó hacía arriba-Coje esa manzana, que no llego-me señalo la fruta que colgaba de una de las ramas bajas del manzano, pero no lo suficientemente baja para que ella llegase.
Me puse de puntillas pegado a su espalda y arranqué la manzana de la rama metiéndola en el cesto que había puesto en mi espalda antes de salir. Mire abajo, donde estaba la cabeza de Nastia, y no se si fue mi imaginación, pero juraría que estaba mirando mis labios. Miré yo los suyos y por unos segundos nos quedamos así, pegados el uno contra el otro mirando nuestras bocas. Antes de que pasase algo que me había jurado no volver ha hacer, ella carraspeó alejándose de mi, incomoda al igual que yo. Di la espalda a ella y pase la mano por mi pelo corto suspirando.
-Vamos a pescar, que se que tienes ganas...
-Si, vamos a pescar...

Nastia
Tiré la caña al suelo con frustración. Llevábamos ahí media hora intentando coger algo y lo único que había  conseguido pescar había sido una bolsa de plástico que algún guarro había tirado ahí.
-Ya no me gusta pescar-refunfuñe provocando que Luc soltase una carcajada
-¿Recuerdas que se necesitaba paciencia?
-¿Espero que eso no haya sido un "Te lo dije" Porque te tragas la caña- volvió a soltar una carcajada-¡No te rías de mi!
-No me estoy riendo-puso cara sería pero apretaba los labios aguantando la risa
-Ya, claro...
-¡Ya, claro...! Deberíamos jugar al juego de beber cada vez que digamos "Ya, claro..."-bromeó
-Acabaríamos borrachos a los 5 minutos-reí-Mejor no.
El sonrió a su vez y se levanto de un salto. Le miré extrañada hasta que solté un grito ahogado cuando empezó a quitarse la camiseta. Parecía que los dioses griegos habían cincelado su cuerpo. ¡Madre del amor hermoso! Creo que me deje las bragas ahí en ese mismo momento.
-¿Pero que haces?-pregunté con voz temblorosa
-¿Tu que crees? Voy a bañarme
-¿Y las provisiones?-dije intentando no mirar, sin éxito, como se quedaba sin pantalones, en unos bóxers negros ajustados que le hacían un culito exquisito.
-Pescar no vamos a pescar-me picó-Y hemos recogido fruta suficiente para un mes y se que la señora Thompson ha traído comida, porque todos los años, desde que vengo con Alan de camping y vamos a por comida, volvemos con las manos vacías-reí divertida-¡Anímate y báñate conmigo!
-Yo no me baño-negue con la cabeza-No tengo bañador
-Yo tampoco, te bañas en ropa interior y punto ¿cual es el problema?
-El problema es que se transparenta la ropa interior blanca-protesté- Ese es el problema- Luc me miró con una sonrisa picara de arriba a abajo
-Sigo sin ver el problema-se encogió de hombros. Le tiré unas cerezas del cesto que habíamos encontrado y el se cubrió riendo-Bañate conmigo. El agua está oscura y una vez dentro no voy a ver nada-me miró con ojitos de cachorrito y me sorprendí de lo bien que le salía la tecnica. Gemí dubitativa y al final, desistí
-Esta bien...¡Pero cierra los ojos hasta que esté dentro del agua!