Capitulo 3

Nastia
Estaba con Eli en mi habitación y me estaba quejando por enésima vez del idiota del baño. ¡El muy capullo me había llamado pija! Eli se sorprendió al saber que sólo le mire con mala cara cuando me dijo eso, ella sabe cuanto odio que me llamen pija. Por tener dinero no tienes por qué ser pija. ¿Acaso los mafiosos son pijos? ¡Pues no! no lo son, y tienen dinero a montones.

-¿Y tú, que tal en el trabajo?-le pregunte después de desahogarme. Se la veía agotada.
-Horrible-se tapo la cara con las manos y se tiro en la cama.
-¿Horrible?
-Horrible-repitió- esos críos me hacen la vida imposible, y su hermano, que se supone que tiene que ser maduro, un tanto de lo mismo.
-¿Cuantos años tiene el hermano?-pregunté
-Los nuestros, 17.
-¡Uh! ¿Diecisiete eh?-Eli me miro con mala cara-¡Era broma! Mira, si quieres, en el próximo trabajo, te acompaño y te ayudo
-Nastia, tu odias a los niños- me dijo con la cabeza ladeada
-¡No los odio! Simplemente no me fío de ellos..
-¿Segura?
-Segurísima- le contesté sonriendo
-Está bien, voy a visar a los señores Thompson a ver si me dejan que vengas a ayudarme. Pero gratis ¿eh?
-Si, si, totalmente gratis. Yo voy a avisar a mi hermano si nos puede venir a recoger, porque no me apetece ir a las 9 de la tarde andando a casa.
-De la noche. Las 9 de la noche, no las 9 de la tarde-me corrigió
-Lo que sea...-le resté importancia agitando la mano mientras salía del cuarto para pedirle a Nate si nos podía recoger. Eli, aprovecho para llamar a los Thompson. Ambos, mi hermano y los Thompson, nos dieron el visto bueno.

Llegamos a la casa de los Thompson y nos abrió una pareja de unos cuarenta años. Fueron muy amables conmigo, y me dijeron que si estaba segura de hacerlo gratis. Creo que ellos tampoco se fiaban de sus propios hijos. Rechace su dinero y nos adentramos en la casa. Estaba muy segura de mi misma hasta que entramos en el salón, dos niños rubios con el pelo rizado nos miraron de una manera...una manera que solo los niños de las películas de terror miran. A lo mejor estaba exagerando pero esa fue la sensación que me dio.

-Ay Dios...-susurre dando un paso para tras. Eli me miro con los ojos como platos. Creo que esperaba que yo no me acobardase tan pronto, pero los niños no son mi fuerte.

 Respire hondo y deje que Eli tomase el relevo.

-Bueno....esto...eh..nosotras...-Eli se aclaró la garganta-...quiero decir, ella está aquí para ayudarme....¿verdad Nasti?- Eli me miro y note miedo en sus ojos. ¡Santa Mierda!

-Verdad...-murmure torpemente

-¿Nasti? ¿Qué nombre es ese-preunto uno de los niños mientras ambos tenían una mueca en la cara

-Es diminutivo de Nastia-conteste a la defensiva. ¡Mi nombre no tiene nada de malo!

-¡Es feo!-dijo el mismo niño

-¡No es feo!-rebatí. ¿Enserio estaba discutiendo con dos niños de ocho años?

-¡Y raro!-conciso el otro

-¡No es raro!

-¡¡Si lo es!!-gritaron los dos. Ahogue un grito y di un traspiés para atrás mientras Eli botaba en el sitio.

Los niños rieron. Unos niños de ocho años se estaban riendo de mí. Decidí que iba a pasar un tiempo hasta la próxima vez que acompañase a Eli al trabajo. Los gemelos se miraron entre si, y después miraron a Eli con una sonrisa maliciosa.

-¿No nos vas a presentar?-pregunto uno de los dos. Vi a Eli tragar saliva

-Si...eh...Este es Ronald y este Jake- los presento con prisa. Señalo a ambos cuando dijo el primer nombre y lo volvió a hacer en el segundo. La mire con ojos desorbitados ¿No sabía cual era cual? Eso era malo.

-Nos has señalado a los dos-dijo uno

-No sabes quien es quien-dijo el otro

-Si lo se- murmuro Eli nerviosa

-¿Entonces quien es quien?-preguntaron a la vez con una sonrisilla. ¡Maldita telepatía de gemelos! Yo hacia lo mismo con mi hermano Nate, ya que éramos mellizos, pero hasta ahora no me había dado cuenta del mal rollo que da que dos personas dijeran la misma frase a la vez.

-Eh...¿Por que no veis la tele un rato?-encendí el televisor para sacar del apuro a Eli y la arrastre a la cocina.

-¡¿No sabes quien es quien?!-susurré alarmada

-Mierda, no-susurro también- se que Jake tiene un lunar en la mejilla pero es muy pequeño y solo se ve de cerca, y no me pienso acercar mucho

-¡Dios! Esto es malo-empecé a dar vueltas por la cocina

-¿Cuanto de malo?-preguntó Eli asustada. Normalmente yo era muy positiva

-¡Esos niños del demonio nos la pueden jugar! Pueden decir que es uno cuando es el otro. ¿No dijiste que uno era alérgico a algo? Esto es así de malo-levante el brazo por encima de mi cabeza para que supiese cuan malo era.

-¡Oh dios mio...!-le temblaron las piernas

-Bueno, venga, vamos. ¿Son solo niños, no? No hay mucho que puedan hacer ¿no?-intenté animarla

Volvimos al salón y los gemelos estaban viendo la tele y no armaron mucho jaleo por lo que estuvimos tranquilas en el sofá un rato, hasta que uno de los niños, el que estaba mas cerca de mi, me miro a los ojos.

-Eli-la llame dándole un codazo-creo que quiere algo...

-¿Necesitas algo?-le preguntó Eli intentando se dulce

-Agua-dijo el niño sin dejar de mirarme 

-Esta bien...-Eli se levanto y yo me puse nerviosa

-No me dejes sola...-le susurré con ojos suplicantes. Ella tan solo se encogió de hombro y desapareció en la cocina. El niño no paraba de mirarme con ojos maliciosos y pronto me siguió el otro.

-¡Eli! Me están mirando-alcé la voz  para que me escucharan levantándome del sofá

Eli volvió a aparecer en el salón, pero lo que había detrás suyo era mas alarmante que los dos niños.

-Me cago en la puta-solté

-¿Qué?-preguntó Eli extrañada pero ahogo un grito cuando se dio la vuelta. Allí parados detrás de ella había dos chicos, y uno de ellos era Luc. Noté por la cara de él, que también estaba sorprendido.

-Es el idiota del baño-le dije al oído. Eli abrió los ojos como platos y le miro de arriba abajo. Vi como, el que supuse que era Alan, alzaba una ceja ante el comportamiento de Eli. 

-¡Hombre! ¡Pero si es la niña pija!-dijo Luc con los brazos abiertos y Alan me miro igual que Eli había mirado a Luc. Ella se tapo la boca al escuchar que me había llamado pija.

-No. Me. Llames. Pija-le advertí cabreada

-Se llama Nastia- dijo Jake o Ronald, uno de los dos- ¿A que es feo el nombre?

Luc y Alan rieron y yo fulmine al niño con mi mirada y creo, que, por una vez, fui yo la que los asusté. Dato, que no pasaron por alto ninguno de los dos chicos de enfrente

-¿Así que ese es tu nombre?-preguntó Luc aún riendo

-¿Seguro que no quieres que te pague el viaje?-le pregunté a Eli ignorando a Luc. No podía soportar tener cerca a él y sabía que Eli no podría aguantar demasiado en esta casa. Ningún humano normal podría. Eli esbozó una sonrisa triste y negó con la cabeza provocando que Alan la mirase curioso.

Luc

Cuando escuché "¡Eli! Me están mirando" me sonaba la voz de algo, pero nunca pensé que fuese de la loca del baño. ¿Tan mala suerte tenía que tener?

-¡Hombre! ¡Pero si es la niña pija!-dije para provocarla. La chica de al lado, supuse que era la niñera, se tapó la boca con las manos. Sonreí. Eso significaba que, que la llamasen pija, le molestaba más de lo que aparentaba.

-No. Me. Llames. Pija-me advirtió entre dientes

-Se llama Nastia- dijo el pequeño Ronald- ¿A que es feo el nombre?

Reí junto con Alan. El nombre me gustaba, le pegaba a ella, pero no evitó que pensase que Ronald era un genio. Nastia, fulmino a los niños con la mirada y ellos pararon de reír. Alan y yo nos miramos sorprendidos. Si que debía de estar cabreada. Pero por muy cabreada que estuviese no me iba a echar para tras. Ella, llevaba hoy vaqueros, pero que eran igual de ajustados que los pantalones de la ultima vez, pero en esta ocasión, llevaba una sudadera con la cremallera abierta dejando ver una camiseta de tirantes con un buen escote. Mire a su amiga. Esta iba bastante mas discreta, pero igualmente era guapa. 

-¿Así que ese es tu nombre?-pregunte con una sonrisilla

-¿Seguro que no quieres que te pague el viaje?-le preguntó a su amiga, ignorándome completamente, con una mueca

-¿Que viaje?-preguntó Alan

-¿Y a ti que te importa?-le espetó Nastia cabreada.